Título original:
The Call to Fatima: The Missed Message
Contenido del libro:
Los autores tuvieron tres influencias únicas que les ayudaron a escribir La llamada a Fátima: El Mensaje Perdido:
- Tuvieron acceso a los escritos de la sierva de Dios Sor Lucía antes y después de su muerte.
- Tuvieron acceso a aquellos que conocieron personalmente a la sierva de Dios Sor Lucía y que querían compartir su conocimiento de lo que Sor Lucía quería que el mundo supiera sobre Fátima.
- Personas de todo el mundo se acercaron a los directores de cine para dar su apoyo para convertir los escritos de Sor Lucía en una película doblemente premiada titulada La Llamada a Fátima: La Historia y el Mensaje y traducirla a doce idiomas.
Su posición privilegiada y su visión única les moldearon e influyeron para escribir su conocimiento acumulado con la esperanza de que La Llamada a Fátima: El Mensaje Perdido salve almas de la muerte eterna.
Fue el Cardenal Ratzinger (ahora retirado Papa Benedicto XVI) quien firmó el libro de Sor Lucía Llamadas del Mensaje de Fátima para la Doctrina de la Fe en el Vaticano. Se dirigió al difunto P. Luis Kondor, vicepostulador de los beatos Francisco y Jacinta Marto y afirmó: "Llamadas del Mensaje de Fátima es el libro más importante para los católicos del siglo XXI". Cuando el P. Luis Kondor dio permiso a Thomas McCormack para iniciar la película Llamadas de Fátima, se dio cuenta, él y otros, de que la mayoría de los católicos se habían perdido el mensaje central de Fátima.
El capítulo dirigido al Papa Francisco suplica con cierta urgencia que se reavive la Devoción de los Cinco Primeros Sábados y se restablezca el rosario familiar diario en todo el mundo, para que la promesa de Fátima del Triunfo del Inmaculado Corazón de María pueda acelerarse, como pidió el Papa Benedicto XVI en Fátima el 13 de mayo de 2010.
Sin saberlo entonces, este trabajo comenzó el 13 de mayo de 1999, y los autores no dudan de que la mano de Dios, a través de María, lo hizo posible. Es un ejemplo más de cuánto nos ama Dios y cuánto quiere salvar nuestras almas.
