La ladera de Kongwa Hill: La historia de un niño africano

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Título original:

The Slope of Kongwa Hill: A Boy's Tale of Africa

Contenido del libro:

La ladera de la colina de Kongwa, por Tony Edwards.

Kongwa, en el centro de Tanganica (actual Tanzania), había sido el emplazamiento central del Plan del Cacahuete del gobierno británico, de 30 millones de acres, posterior a la Segunda Guerra Mundial. Con su fracaso, un pueblo de chabolas abandonadas con tejados de hojalata e infestadas de hormigas blancas, desprovisto de saneamiento a base de agua, quedó disponible -adecuado, así lo decidió la legislatura de Tanganica- para ubicar temporalmente una escuela secundaria mixta para niños europeos. La escuela de Kongwa era única en África: atendía a 400 alumnos en una árida región interior, hogar de la tribu wagogo, pero por lo demás esencialmente subdesarrollada.

Basada en las memorias de Tony Edwards, esta novela retoma su historia cuando, a los 9 años, como consecuencia del traslado de sus padres a África Oriental, Tony se encuentra destinado a la Escuela Kongwa en enero de 1952. Situada al sur de la estepa masai, donde había todo tipo de caza, aves exóticas, insectos y reptiles, Kongwa era un lugar duro pero lleno de aventuras donde educarse y crecer.

The Slope of Kongwa Hill es un relato fascinante del viaje de un joven sensible a un joven más audaz. La historia recuerda la dureza, la disciplina y, a veces, la brutalidad de la vida en un internado británico, agravada por la ubicación primitiva y su concurrencia con el peligro siempre presente de vivir en el bundu de África oriental. Las peleas y palizas contrastan con la emoción de los enfrentamientos con animales y reptiles, las tormentas torrenciales, la plaga de langostas y otras aventuras. Un aterrador encuentro con una mamba negra, una huida a la selva, la caza para el suministro de carne de la escuela, una escapada por los pelos de las leonas, las acampadas de los Boy Scouts y un romance prohibido durante la mayoría de edad del personaje central, se combinan en un caleidoscopio de experiencias irrepetibles, contadas con pasión y, a veces, con un humor delicioso.

Reseñas anticipadas

"... Evoca los sentimientos de jóvenes escolares en una situación absolutamente única en una época de grandes cambios en todo el mundo. Los tiempos felices y no tan felices se recuerdan fielmente y el escenario de las grandes llanuras del centro de Tanganica (Tanzania) -en una época anterior a la televisión, los teléfonos móviles, el suministro eléctrico fiable o el transporte decente- hace que sea un libro que uno no puede dejar de leer." - Graeme Berry (un antiguo alumno de ese lugar y esa época), Reino Unido.

"Tenía catorce años cuando leí este libro, más o menos la edad que tenían los chicos de esta historia de días de internado en África. Me asombró la experiencia, estaba celoso de las libertades que tenían los niños de entonces, pero también asustado por algunos de los peligros y la violencia. Muchas cosas serían totalmente ilegales hoy en día. Es un libro genial que creo que estaba pensado para adultos, pero bastante emocionante para adolescentes interesados en las aventuras de chicos (y chicas) en el África más salvaje. Ojalá hubiera podido estar allí". - Callum O'Neill, Canadá.

"Como nací y crecí en África Oriental, me identifiqué con los recuerdos y las descripciones de la vida del autor. Los cantos de los pájaros y los sonidos únicos de la sabana; los colores, la sequedad, la inmensidad, los nativos y su asombrosa historia, todo me vino a la memoria. Una vez que has probado la vida en África, nunca la dejas atrás. Una buena lectura y muy recomendable para cualquiera que le guste África". - Fiona Firth, Australia.

"Un maravilloso relato no sólo de la vida de la autora en Tanganica, sino un excelente registro de los niños que crecían en un país donde tenían que ir a un internado, perdidos en la sabana y lejos de casa. Tan cercano a mi propia experiencia que me trae recuerdos a la memoria". - Barbara Laing (antigua alumna del lugar y la época), Reino Unido.

"Me siento como si estuviera allí, como un niño creciendo de nuevo... Me encanta este libro. "Ted Weir, Canadá.