Puntuación:
El libro presenta una exploración detallada de la Ilustración católica, destacando la intersección de la fe, la razón y las cuestiones sociales durante los siglos XVII y XVIII. Desafía las percepciones comunes de la Ilustración como puramente conflictiva con la religión, mostrando cómo el pensamiento católico se comprometió con las ideas de la Ilustración. Aunque muchos lectores aprecian la profundidad de la información y el estilo de redacción, algunos critican el libro por carecer de un argumento y una dirección claros.
Ventajas:⬤ Bien escrito y accesible tanto para estudiosos como para estudiantes
⬤ proporciona abundante y detallada información histórica
⬤ ofrece una visión matizada de la Ilustración católica
⬤ aborda temas complejos como la fe, la razón y la reforma social
⬤ analiza figuras y acontecimientos notables
⬤ cuestiona los estereotipos sobre las interacciones entre la Ilustración y la Iglesia católica.
⬤ Los críticos opinan que el libro carece de un argumento general claro
⬤ algunos lo consideran desorganizado y una mera recopilación de hechos
⬤ preocupaciones sobre el público al que va dirigido y su enfoque
⬤ sugerencias de que el libro no profundiza lo suficiente en las contradicciones dentro del catolicismo con respecto a las ideas de la Ilustración.
(basado en 7 opiniones de lectores)
The Catholic Enlightenment: The Forgotten History of a Global Movement
"Quien necesita un acto de fe para dilucidar un acontecimiento que puede explicarse por la razón es un necio, e indigno de un pensamiento razonable". Esta frase, pronunciada por el famoso libertino del siglo XVIII Giacomo Casanova, ilustra una percepción profundamente arraigada de la religión, tan frecuente hoy como hace cientos de años. Es el sentimiento que subyace a la narrativa de que las creencias católicas eran incompatibles con los ideales de la Ilustración. Muchos afirman que los católicos son supersticiosos y tradicionales, contrarios a la democracia y a la igualdad de género, y hostiles a la ciencia. Puede sorprender, pues, saber que el propio Casanova era católico. En La Ilustración católica, Ulrich L. Lehner señala a estas figuras como representantes de un catolicismo reformista que durante mucho tiempo se ha pasado por alto y que se comprometió con los ideales de la Ilustración con tanto fervor y gravedad intelectual como nadie. Su historia abre nuevas vías para entender cómo la fe y la modernidad pueden interactuar en nuestro tiempo.
Lehner comienza doscientos años antes de la Ilustración, cuando la Reforma protestante destruyó la hegemonía que el catolicismo había disfrutado durante siglos. Durante esta época, la Iglesia Católica instituyó varias reformas, como una mejor educación para los pastores, ideas más liberales sobre el papel de la mujer y un énfasis en la libertad humana como característica fundamental de la teología. Estas medidas sentaron las bases de la creencia de la Ilustración en la libertad individual. Aunque gigantes como Spinoza, Locke y Voltaire se convirtieron en algunas de las voces más influyentes de la época, los ilustrados católicos estuvieron a su lado. Denunciaron el fanatismo, la superstición y los prejuicios como irreconciliables con la agenda de la Ilustración.
En 1789, la Revolución Francesa asestó un golpe devastador a su causa, desilusionando a muchos católicos contra la idea de la modernización. Los Papas acumularon cada vez más poder y la Ilustración católica se apagó. Hubo que esperar al Concilio Vaticano II de 1962 para que se volviera a plantear la compatibilidad del catolicismo con la modernidad.
Ulrich L. Lehner cuenta, por primera vez, la historia olvidada de estos católicos reformistas. A medida que el Papa Francisco amplía aún más los límites del catolicismo y los católicos vuelven a enfrentarse a estas cuestiones, este libro será de lectura obligada.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)