La guerra espiritual: Comprender el sistema

Título original:

Spiritual Warfare: Understanding The System

Contenido del libro:

Esto es la guerra... y la batalla es encarnizada. Estos son los tiempos peligrosos de los últimos días. Pero tenemos armas. Y son poderosas a través de Dios que nos ha dado Su Palabra... la Sangre de Jesús... y el nombre de Jesús. Demasiados cristianos confían en Cristo, pero nunca hacen nada para prepararse para la batalla porque no tienen la doctrina correcta, no se adhieren a los principios bíblicos y no entienden lo importante que es entender el sistema y saber cómo las Escrituras se aplican a nuestra vida diaria. La relación con nuestro creador no es tan diferente de nuestras relaciones entre nosotros. En su raíz, sólo es tan buena como el tiempo que invertimos en ella. Es tan fuerte como la confianza que construimos a través de las pruebas. No se forja en tiempos de alegría y esplendor, sino en tiempos de adversidad y problemas. Por eso al Espíritu Santo se le llama el Consolador. Por eso seguir a Jesús es llevar nuestra cruz cada día. ¿Qué significa esto para ti? ¿Cómo es tu cruz? ¿Qué estás dispuesto a perder para llevar el nivel de autoridad que hace que los demonios griten y corran a esconderse? ¿Qué cambiarías en tu vida por tener el tipo de autoridad que te permitiría decirle a un tornado que se acerca a la casa de tu familia que "se calle" y verlo desaparecer inmediatamente entre las nubes? Porque eso es lo que hizo Jesús. Y Él dijo que haríamos cosas mayores que éstas. Para hacer esto, tenemos que entender el sistema.

Dios moverá cielo y tierra para llevarte a donde Él quiere cuando eres obediente a Él. De hecho, incluso enviará a sus ángeles para que intervengan en tu vida, si es necesario. Si te atreves a tomarte el tiempo para entender el sistema... todo el cielo vendrá en tu ayuda - y saldrás victorioso.

En resumen, la guerra espiritual puede definirse como el conflicto en el reino invisible que afecta al reino visible. Entre todas las batallas que han tenido lugar en la historia de la humanidad, ninguna se puede comparar con la batalla espiritual en la que estamos inmersos todos los cristianos. Muchos están cansados: del trabajo, del matrimonio, de la familia, de la vida y de la iglesia. Todo lo que ocurre en el mundo físico visible está directamente relacionado con la batalla que se libra en el mundo espiritual invisible. Los efectos de la guerra que se libra en el mundo invisible se revelan en nuestras relaciones tensas y dañadas, inestabilidad emocional, fatiga mental, agotamiento físico y muchas otras áreas de la vida. Muchos de nosotros nos sentimos acorralados por la ira, la falta de perdón, el orgullo, las comparaciones, la inseguridad, la discordia, el miedo y la lista continúa. Pero el principal némesis detrás de todos estos resultados es el mismo Satanás y su ejército. Estamos viviendo en un día malvado; estamos en un día en que lo malo se llama bueno y lo bueno se llama malo, pero tenemos que mantenernos firmes en la Palabra de Dios. Además, no te imagines ni por un momento que te librarás de luchar en la batalla. No hay espectadores en esta batalla. Es una batalla que incluye a cada hombre, mujer, adolescente y niño. La batalla nos involucra a todos. No hay distancia segura desde la cual observar. Satanás fue completamente derrotado en el Calvario cuando Jesucristo murió en la cruz.

Este acontecimiento selló el destino de Satanás (Colosenses 2:14-15; 1 Juan 3:5-10). A pesar de que la victoria ha sido ganada y la muerte ha sido devorada, el enemigo todavía merodea como un francotirador, poniendo su mira en los desprevenidos. Satanás sigue batallando a pesar de que Jesús acabó con él el Viernes Santo y la victoria fue declarada la mañana de Pascua.