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En «La guerra de Stalin», Sean McMeekin presenta una historia revisionista de la Segunda Guerra Mundial, en la que sostiene que Stalin, y no Hitler, desempeñó un papel fundamental en el conflicto, haciendo hincapié en el significativo impacto de la ayuda estadounidense de Lend-Lease a la Unión Soviética. El libro sostiene que las estrategias y maniobras de Stalin fueron cruciales para el triunfo de la URSS y la posterior ganancia territorial tras la guerra, situándolo como un líder más calculador y consecuente de lo que se pensaba. Sin embargo, también suscita críticas por su parcialidad y algunas conclusiones polémicas.
Ventajas:⬤ La investigación detallada basada en archivos soviéticos previamente clasificados
⬤ presenta una visión convincente del papel estratégico de Stalin en la Segunda Guerra Mundial
⬤ desafía las narrativas históricas comunes sobre los líderes occidentales y la culpabilidad soviética
⬤ proporciona amplia información sobre el préstamo y préstamo y sus implicaciones
⬤ nuevas perspectivas sobre la naturaleza de la cooperación aliada y las intenciones de Stalin.
⬤ El libro muestra un fuerte sesgo contra los oponentes de Stalin, en particular FDR y Churchill
⬤ algunos lectores pueden encontrar abrumadores sus extensos detalles
⬤ las interpretaciones controvertidas pueden considerarse especulativas o exageradas
⬤ no es adecuado para lectores no familiarizados con la historia de la Segunda Guerra Mundial, ya que puede confundir o engañar
⬤ las conclusiones pueden provocar un debate sobre la representación de los acontecimientos históricos.
(basado en 161 opiniones de lectores)
Stalin's War
SELECCIONADO PARA LA MEDALLA DUQUE DE WELLINGTON Y EL PREMIO GILDER LEHRMAN DE HISTORIA MILITAR 2022'Una lectura estupenda... McMeekin es un escritor soberbio' David Aaronovitch, The Times'Apasionante, autorizado, accesible y siempre vigorosamente revisionista' Simon Sebag Montefiore'Impresionante...
Una nueva visión del conflicto, que plantea nuevas preguntas y ofrece respuestas nuevas y a menudo inesperadas a las antiguas' Serhii Plokhy, The GuardianEn este nuevo libro, extraordinario e innovador, Sean McMeekin marca un cambio generacional en nuestra visión de Stalin como aliado en la Segunda Guerra Mundial. Sostiene que la única diferencia entre Stalin y Hitler era que era un depredador asesino de éxito. Con Hitler muerto y el Tercer Reich en ruinas, Stalin creó un nuevo e inmenso imperio comunista.
Entre sus posesiones se encontraban Checoslovaquia y Polonia, cuyos destinos habían enfrentado por primera vez a Occidente con los nazis y, por supuesto, China y Corea del Norte, con cuyas ramificaciones aún vivimos hoy. Hasta que Barbarroja obró un milagro de relaciones públicas, convirtiéndolo en un valeroso aliado de Occidente, Stalin había asesinado a millones de personas, subvertido todas las normas de comportamiento internacional, invadido tantos países como Hitler y tomado grandes franjas de territorio que seguiría conservando.
En un sentido más amplio, el conflicto global surgió no sólo de la agresión alemana y japonesa, sino de las maniobras de Stalin, orquestadas para provocar guerras de desgaste entre las potencias capitalistas de Europa y Asia. A lo largo de la guerra, Stalin optó por hacer sólo lo que beneficiaría a su propio régimen, ni siquiera ayudando en el esfuerzo contra Japón hasta las últimas semanas del conflicto.
Por encima de todo, La guerra de Stalin desvela los espeluznantes detalles de cómo el gobierno estadounidense (en detrimento propio y de sus otros aliados) alimentó la maquinaria bélica de Stalin, accediendo ciegamente a todas las demandas soviéticas, hasta el punto de que los agentes suministraron los detalles de la bomba atómica.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)