La gran hambruna de Irlanda, el gran fracaso de Gran Bretaña

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Título original:

Ireland's Great Famine, Britain's Great Failure

Contenido del libro:

La mayoría de los libros sobre la hambruna irlandesa tienden a dar por sentada la dependencia de Irlanda de la patata y tratan la llegada del tizón mortal en 1845 como el mero acontecimiento desencadenante de una crisis humanitaria que el gobierno británico fracasó estrepitosamente en gestionar. En esta obra se presta considerable atención a los orígenes y la naturaleza de la peligrosa dependencia irlandesa de la patata. Aunque se introdujo en Irlanda como planta cultivada, la patata tuvo el impacto de una especie invasora, perturbando y reorganizando la agricultura irlandesa. Basándose en la ecología y la teoría de sistemas, este estudio ofrece un relato detallado de los entresijos de la economía irlandesa de la patata, construida sobre un monocultivo inestable e insostenible que se convirtió en una trampa cibernética.

Cuando en el otoño de 1846 se perdió casi toda la cosecha de patatas, lo que empezó como un desastre ecológico se convirtió rápidamente en un desastre político. Las diversas tentativas del gobierno británico para hacer frente a la crisis humanitaria, obstaculizadas por antiguos prejuicios y tensiones anglo-irlandesas, se vieron enturbiadas por objetivos económicos y sociales contrapuestos. Entre ellos estaba la idea de que la Hambruna representaba una "oportunidad" para purgar a Irlanda de la fragmentación de la propiedad de la tierra y de la dependencia de la patata, fomentando una agricultura de mercado de tipo inglés. Se produjeron cambios, pero los sueños imperiales del gobierno acabaron chocando con la realidad irlandesa.

Este libro ofrece a los lectores un conocimiento único y profundo de los antecedentes de la Hambruna irlandesa y un relato detallado de la crisis, así como de los resultados inmediatos y a largo plazo de la catástrofe. Además de los factores ecológicos y agrícolas, esta obra muestra cómo las influencias culturales, económicas y políticas moldearon las actitudes y políticas británicas. Aunque las políticas británicas reflejaban prejuicios antiirlandeses, no fue el "pueblo irlandés" la víctima de la Hambruna, sino los irlandeses pobres. A mediados de la década de 1840, Gran Bretaña era una democracia emergente de clase media imbuida de una fe en el libre mercado y una profunda sospecha de los pobres, tanto ingleses como irlandeses. La respuesta del Gobierno a la hambruna irlandesa refleja los problemas que suelen tener las democracias para dejar a un lado los prejuicios raciales y de clase y hacer frente a las crisis humanitarias.