La gracia robada: A Memoir: Cómo Dios me rescató de las fauces y garras de la Iglesia Metodista Unida TERCERA EDICIÓN

Título original:

Stolen Grace: A Memoir: How God Rescued Me from the Jaws and Claws of the United Methodist Church THIRD EDITION

Contenido del libro:

Si observamos detenidamente a las personas utilizadas en el Antiguo Testamento, nos daremos cuenta de que muchas de ellas fallaron a Dios en algún momento. Ellos se equivocaron gravemente, y aun así Dios los utilizó. Aun en el Nuevo Testamento, hay personas que se equivocaron, y Dios los uso para construir Su Reino e Iglesia.

Dios ha usado y continuará usando a "gente desordenada" y muchos de ellos se encuentran en la genealogía de Jesús y también referenciados en Hebreos 11, quienes fueron quebrantados y realmente desordenados.

La Biblia esta llena de historias de personas que han luchado, tropezado y simplemente le han fallado a Dios.

Dios detuvo a Saulo (Pablo) en el camino a Damasco, y su vida sería cambiada y transformada para siempre. Pablo facilmente se convirtio en el apostol mas grande de todos los tiempos.

En las escrituras, hay tantas otras personas a quienes Dios uso, aunque estaban quebrantados. Personas como Moisés, David, Salomón, y Rahab nos muestran como Dios todavía está dispuesto a usarnos después de que nos hayamos quebrantado. No importa en qué estado de quebrantamiento nos encontremos, nunca estamos fuera del alcance de Dios. Nunca estamos tan lejos que Dios no pueda hacernos efectivos para Su propósito. Somos nosotros, como seres humanos, los que juzgamos a los demás según nuestras propias normas personales y tachamos a las personas de inaceptables.

Me equivoqué mucho durante el ministerio, pero estoy convencido de que Dios todavía tiene un propósito para mí y quiere seguir usándome en el ministerio. Él ya me lo ha estado demostrando de una manera clara, fuerte y significativa.

Cuando estamos quebrantados o sentimos que hemos metido la pata, no es el momento de preocuparse por lo que otros puedan hacer o decir, ya que otros seres humanos pueden hacernos sentir peor. Tampoco es el momento de rendirse y alejarse de Dios. Por el contrario, es el momento de acercarse a Dios. Es el momento en que debemos buscar a Dios con más ahínco para pedirle dirección, claridad, ayuda y fuerza. Es el momento en que debemos, como David, pedir a Dios que cree un corazón limpio y renueve un espíritu firme en nosotros y nos devuelva a la alegría de Su salvación.