La feroz vida de Grace Holmes Carlson: Católica, socialista y feminista

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Título original:

The Fierce Life of Grace Holmes Carlson: Catholic, Socialist, Feminist

Contenido del libro:

Comparte la historia de la revolucionaria marxista y católica Grace Holmes Carlson ysu dedicación de toda la vida a desafiar la desigualdad social y económica.

El 8 de diciembre de 1941, Grace Holmes Carlson, la única mujer acusada entre los dieciocho trotskistas condenados en virtud de la Ley Smith, fue sentenciada a dieciséis meses de prisión federal por abogar por el derrocamiento violento del gobierno. Tras cumplir un año en la prisión de Alderson, Carlson volvió a su trabajo como organizadora del Partido Socialista de los Trabajadores (SWP) y se presentó como candidata a la vicepresidencia de Estados Unidos bajo su bandera en 1948. Luego, en 1952, abandonó abruptamente el SWP y regresó a la Iglesia católica. Con el apoyo de las Hermanas de San José, que la habían educado de niña, Carlson comenzó una nueva vida como profesora de psicología en el St. Mary's Junior College de Minneapolis, donde abogó por la justicia social, ahora como marxista católica.

La feroz vida de Grace Holmes Carlson: Católica, socialista y feminista es una biografía histórica que examina la historia de esta complicada mujer en el contexto de su época, centrándose específicamente en sus experiencias como miembro de la clase trabajadora, como católica y como mujer. Su historia ilumina el funcionamiento de la identidad de clase en el contexto de diversas influencias a lo largo de la vida. Contribuye a la reciente investigación histórica sobre la importancia de la fe en la vida y la política de los trabajadores. Y descubre tanto las posibilidades como las limitaciones de las mujeres marxistas revolucionarias y de clase trabajadora en el periodo comprendido entre la primera y la segunda ola de movimientos feministas. El largo arco de la vida de Carlson (1906-1992) revela en última instancia continuidades significativas en su conciencia política que trascendieron los cambios en sus compromisos partidistas particulares, sobre todo su dedicación de toda la vida a desafiar las causas profundas de la desigualdad social y económica. En esa lucha, Carlson acabó demostrando ser una mujer verdaderamente feroz.