La fe como un perro: ¿Y si confiáramos en Dios como los perros confían en nosotros?

Título original:

Faith Like a Dog: What if We Relied on God Like Dogs Rely on Us?

Contenido del libro:

¿Qué es la fe? ¿Cómo es la verdadera fe? Muchas personas dicen tener fe en Dios. Es cierto que a algunas personas les resulta más fácil tener fe que a otras. Pero, ¿cómo es la verdadera fe? La Biblia nos dice que la fe significa poner toda nuestra confianza en las cosas que esperamos, significa estar seguros de cosas que no podemos ver. ¿Es eso posible?

Ese es el tipo de fe que Dios quiere que tengamos en Él. Quiere que le confiemos toda nuestra existencia. Cada necesidad, cada carencia, cada deseo, Él quiere que confiemos en que Él proveerá para nosotros. No dice que nos dará todo lo que le pidamos; dice que proveerá a nuestras necesidades y cuidará de los que confían en Él.

¿Podemos realmente confiar en Dios para todas nuestras necesidades? Es difícil imaginar cómo sería ese tipo de fe para la mayoría de nosotros, pero muchos de nosotros tenemos ejemplos perfectos de ese tipo de fe viviendo en nuestros hogares: nuestras mascotas, ¡más concretamente nuestros perros!

Obviamente, nuestros hijos confían en nosotros para que los mantengamos, pero a medida que crecen, se vuelven menos dependientes de nosotros como padres. Los perros, sin embargo, dependen completamente de nosotros desde el momento en que los traemos a casa hasta el día en que mueren... cuentan con nosotros para cubrir todas sus necesidades.

Deben tener plena fe en que les proveeremos de todo lo que necesiten, desde comida hasta higiene, compañía y amor; tienen -deben tener- plena fe y confianza en que les proveeremos, en que no les defraudaremos. Ese es el tipo de fe que Dios quiere que tengamos en Él.

¿No es así la verdadera fe? Si decimos que somos creyentes, ¿no debería ser así nuestra fe en Dios? ¿No deberíamos tener fe plena en que Dios satisfará todas nuestras necesidades, por grandes o pequeñas que sean? La fe que demuestra una confianza inquebrantable en que Dios nunca nos defraudará... ¿no deberíamos tener fe como un perro?