Puntuación:
El libro ofrece una exploración del ecoarte que invita a la reflexión, analizando importantes artistas y sus obras al tiempo que conecta con temas más amplios de la crítica de arte, el ecologismo y la filosofía contemporánea. Sin embargo, la edición Kindle es criticada por carecer de muchas imágenes, lo que disminuye la experiencia del lector.
Ventajas:Desafiante desde el punto de vista filosófico, nuevos puntos de vista sobre los artistas, debates relevantes sobre arte y ecologismo, contenido que invita a la reflexión e ideas interesantes detrás del arte de la tierra.
Desventajas:La edición para Kindle es deficiente, ya que la mayoría de las imágenes no están disponibles, hay algo de palabrería y filosofía que puede desviar la atención de los temas principales, y requiere un acceso suplementario a las imágenes en color para lograr un impacto completo.
(basado en 4 opiniones de lectores)
The Ethics of Earth Art
Desde sus inicios en la década de 1960, el movimiento del arte de la tierra ha tratado de hacer visible la esquiva presencia de la naturaleza. Aunque a menudo se asocia con esculturas monumentales en tierra, el arte de la tierra abarca una amplia gama de medios, desde la escultura, las performances de arte corporal y las instalaciones hasta las intervenciones fotográficas, el arte de protesta pública y los proyectos comunitarios.
En The Ethics of Earth Art, Amanda Boetzkes analiza el desarrollo del movimiento del arte de la tierra, argumentando que artistas tan diversos como Robert Smithson, Ana Mendieta, James Turrell, Jackie Brookner, Olafur Eliasson, Basia Irland e Ichi Ikeda están conectados por su elucidación de la tierra como ámbito de preocupación ética. Boetzkes sostiene que, al basar la relación de sus obras con el mundo natural en la receptividad más que en la representación, los artistas de la tierra adoptan una postura ética que se opone tanto a la visión instrumental que pretende dominar la naturaleza como a la visión romántica que postula un retorno a un estado mítico de continuidad sin cargas con la naturaleza.
Al incorporar superficies receptivas a sus obras -filmaciones de la deslumbrante luz del sol, una abertura en una cámara que se abre al cielo o una armadura porosa sobre la que crece la vegetación-, los artistas de la tierra articulan el dilema de la representación que plantea la naturaleza. Al revelar la diferencia fundamental entre el mundo humano y la tierra, Boetzkes demuestra que el arte de la tierra media las sensaciones de la naturaleza al tiempo que permite que la propia naturaleza siga siendo irreductible a la significación humana.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)