La ética de la disidencia política

Título original:

The Ethics of Political Dissent

Contenido del libro:

Una política ampliamente liberal requiere compasión política, no sólo en el sentido de compasión por las víctimas de la injusticia, sino también por los oponentes a los que se hace frente mediante la protesta política y (más ampliamente) la disidencia. Hay ocasiones en las que, por compasión, no se debe defender una causa justa.

Hay ocasiones en las que debemos aceptar la terrible pérdida de los oponentes, incluso cuando la causa por la que luchan es injusta. También puede que tengamos que aceptar la irreversibilidad de la injusticia histórica y reconciliarnos. La compasión política de este tipo conlleva riesgos. Si se lleva demasiado lejos, puede debilitar nuestro compromiso con la justicia por una simpatía excesiva hacia los del otro bando. Sería conveniente que esa compasión pudiera estar limitada por un conjunto claro de principios políticos. Pero los principios corren el riesgo de promover una "disidencia osificada", incapaz de responder al cambio.

En este libro, Tony Milligan sostiene que los principios son sólo una guía limitada para disentir en circunstancias únicas y contingentes. No nos dirán cómo abordar los casos verdaderamente difíciles, como los siguientes: ¿Deben los lakota celebrar el Día de Acción de Gracias? ¿Cuándo está justificado cruzar un piquete? ¿Qué tipo de tolerancia deben cultivar los defensores de los derechos de los animales para progresar dentro de un ámbito político ampliamente liberal? ¿Y cómo debemos responder a la mezcla de aspiración a la justicia social con ira y prejuicios (como el discurso "antisionista")? Podemos caer en la tentación de responder a estas preguntas presuponiendo que la alineación (el asunto de elegir un bando) es en última instancia más importante que la compasión, pero a veces la compasión política triunfa sobre la alineación. A veces, estar en el lado correcto no es lo más importante.