Puntuación:
La colección de relatos de Lord Dunsany se describe como una mezcla de fantasía y profundas reflexiones sobre la humanidad, con un estilo distintivo que evoca una sensación de nostalgia y profundidad. Las críticas elogian la prosa rica y poética de Dunsany y la calidad onírica de sus relatos, aunque algunos lectores encuentran la escritura densa y las tramas a veces anticlimáticas. En general, el libro es recomendable para quienes aprecien la fantasía reflexiva.
Ventajas:⬤ Prosa rica y poética
⬤ profundas reflexiones sobre la naturaleza humana
⬤ personajes interesantes
⬤ excelentes relatos cortos
⬤ calidad nostálgica y onírica
⬤ atractivo para los aficionados a la fantasía.
⬤ Escritura densa que requiere tiempo para digerir
⬤ algunas historias parecen anticlimáticas o sin sentido
⬤ problemas con ciertas ediciones, como la mala calidad de impresión y la falta de números de página.
(basado en 14 opiniones de lectores)
The Sword of Welleran and Other Stories
Donde la gran llanura de Tarphet se extiende, como el mar en los estuarios, entre las montañas de Cyresian, estaba hace mucho tiempo la ciudad de Merimna bien cerca entre las sombras de los peñascos. Nunca he visto en el mundo una ciudad tan hermosa como me pareció Merimna cuando la soñé por primera vez.
Era una maravilla de agujas y figuras de bronce, y fuentes de mármol, y trofeos de guerras fabulosas, y anchas calles dedicadas por entero a la Belleza. Justo por el centro de la ciudad pasaba una avenida de cincuenta pasos de ancho, y a cada lado de ella se alzaban las figuras en bronce de los reyes de todos los países que el pueblo de Merimna había conocido. Al final de la avenida había un carro colosal con tres caballos de bronce conducido por la figura alada de la Fama, y detrás de ella, en el carro, la enorme figura de Welleran, el antiguo héroe de Merimna, de pie con la espada extendida.
Tan apremiante era el porte y la actitud de Fama, y tan rápida la postura de los caballos, que hubieras jurado que el carro se te echaba encima al instante, y que su polvo velaba ya los rostros de los Reyes. Y en la ciudad había una gran sala donde se guardaban los trofeos de los héroes de Merimna.
Estaba esculpida y abovedada, la gloria del arte de los albañiles que murió hace mucho tiempo, y en la cima de la cúpula la imagen de Rollory estaba sentada mirando a través de las montañas de Cyresia hacia las extensas tierras más allá, las tierras que conocían su espada. Y junto a Rollory, como una vieja nodriza, estaba sentada la figura de la Victoria, martillando en una corona dorada de laureles para su cabeza las coronas de los Reyes caídos.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)