Slavery In History: Burkholder Media Classics
Las leyes de la historia son tan absolutas como las leyes de la naturaleza o las leyes de la higiene. Del mismo modo que un individuo no puede violar impunemente las leyes de la higiene -como la naturaleza siempre se venga de toda desviación de su orden eterno-, las naciones y las comunidades no pueden desviarse con seguridad de las leyes de la historia, y menos aún violarlas impunemente.
La historia demuestra positivamente que la esclavitud no es una de las leyes naturales de la raza humana, del mismo modo que los desórdenes y las monstruosidades no son condiciones normales del cuerpo humano. Es innecesario detenerse en el hecho generalmente conocido del cautiverio y esclavitud de los judíos, o detallar las investigaciones relativas a los Hycksos -primero esclavos, luego amos y gobernantes, y finalmente de nuevo dominados y reducidos al cautiverio. Pero además de estos shemitas, hebreos -sean o no hycksos- todas las demás razas y naciones fueron en algún momento cautivas y esclavas en Egipto.
Los faraones guerrearon con asiáticos, y especialmente con lo que ahora se llama razas caucásicas; y los monumentos muestran que los esclavos rojos, blancos y amarillos tomados en la guerra eran mucho más numerosos que los negros. En la historia de los fenicios, y por lo tanto, en la época auténtica más temprana, una gran ley histórica y social se manifiesta en plena acción.
Esta actividad se mantiene a través de todas las catástrofes sociales y políticas posteriores en la vida de las naciones y los imperios, hasta Hayti con su inmortal Toussaint. La esclavitud genera luchas sangrientas. Muchas de ellas han tenido como resultado que los esclavos recuperaran violentamente su libertad, mientras que otras han destruido todo el Estado, tragando a los esclavistas con su propia sangre o enterrándolos bajo las ruinas de su propio edificio social.
Toda esta cuestión de la esclavitud debe ser obligada a volver al lugar donde fue dejada por los inmortales exponentes del instinto y la intuición sureños sobre la esclavitud, aquellos nobles patriotas -Henry, Laurens, Washington, Jefferson, Mason, Randolph y una multitud de otros grandes nombres- ahora renegados por sus descendientes políticos. (Del libro)
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)