British Privateering Enterprise in the Eighteenth Century
Una parte importante de los conflictos marítimos del siglo XVIII tenía que ver con la destrucción del comercio enemigo y la protección del comercio nacional. Para llevar a cabo estas tareas, las armadas estatales contaban con el apoyo de los corsarios, buques propiedad de particulares, equipados y tripulados por ellos, autorizados por sus gobiernos a atacar y apoderarse de los bienes marítimos del enemigo.
A cambio de su recompensa, los inversores y marinos que participaban en las empresas corsarias compartían las ganancias de los barcos y bienes capturados y condenados como premio legítimo. Por lo tanto, el corsarismo representaba una oportunidad de negocio para la comunidad marítima, una oportunidad de adquirir riqueza instantánea a costa del enemigo; al mismo tiempo, aparecía como un medio barato y conveniente por el que el Estado podía complementar su fuerza naval.
En este importante análisis, David J. Starkey se basa en una gran cantidad de pruebas documentales para arrojar nueva luz sobre el carácter, la escala y la importancia del negocio corsario británico.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)