Puntuación:
El libro ofrece una crítica sugerente y convincente de la desigualdad mundial, el colonialismo y las repercusiones de los actuales sistemas económicos en los más pobres del mundo. Los lectores lo encuentran atractivo, revelador y rico en ideas, aunque algunos critican sus argumentos unilaterales y la falta de contrapeso.
Ventajas:Estilo de redacción atractivo, información reveladora sobre la desigualdad mundial y el legado colonial, sugerencias prácticas para encontrar soluciones y una crítica contundente de los sistemas económicos actuales. Muchos lectores lo consideraron difícil de leer y esencial para comprender los problemas modernos de la pobreza y el consumo.
Desventajas:Algunos lectores consideraron que los argumentos carecían de equilibrio y no tenían debidamente en cuenta los puntos de vista opuestos o la complejidad de los problemas. Las críticas incluyen perspectivas demasiado unilaterales, una posible falta de claridad en las notas a pie de página y la falta de reconocimiento del crecimiento demográfico en los debates sobre la pobreza.
(basado en 25 opiniones de lectores)
The Divide: Global Inequality from Conquest to Free Markets
Más de 4.000 millones de personas -alrededor del 60% de la humanidad- viven en una pobreza debilitante, con menos de 5 dólares al día. La narrativa estándar nos dice que esta crisis es un fenómeno natural, que tiene que ver con cosas como el clima, la geografía y la cultura.
Nos dice que todo lo que tenemos que hacer es dar un poco de ayuda aquí y allá para ayudar a los países pobres a ascender en la escala del desarrollo. Insiste en que si los países pobres adoptaran las instituciones y políticas económicas adecuadas, podrían superar sus desventajas y unirse a las filas del mundo rico. El antropólogo Jason Hickel sostiene que esta historia ignora las fuerzas políticas más amplias en juego.
La pobreza mundial -y la creciente desigualdad entre los países ricos de Europa y Norteamérica y los pobres de África, Asia y Sudamérica- se ha producido porque la economía mundial se ha diseñado a lo largo de quinientos años de conquista, colonialismo, cambio de régimen y globalización para favorecer los intereses de las naciones más ricas y poderosas. La desigualdad mundial no es natural ni inevitable, y desde luego no es accidental.
Para cerrar la brecha, Hickel propone medidas drásticas basadas en la justicia real: abolir las cargas de la deuda en el Sur global, democratizar las instituciones de gobernanza global y poner en marcha un salario mínimo internacional, entre otras muchas medidas vitales. Sólo entonces tendremos la oportunidad de conseguir un mundo en el que todos empecemos en pie de igualdad.
© Book1 Group - todos los derechos reservados.
El contenido de este sitio no se puede copiar o usar, ni en parte ni en su totalidad, sin el permiso escrito del propietario.
Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)