La destrucción del Kovno judío (Kaunas, Lituania)

Título original:

The Destruction of Jewish Kovno (Kaunas, Lithuania)

Contenido del libro:

El gueto de Kovno ocupa un lugar trágico en la historia por la crueldad de sus condiciones y la revuelta de los judíos al final de sus días. Las terribles circunstancias del gueto se conocieron más ampliamente después de la Segunda Guerra Mundial con el descubrimiento de archivos secretos, diarios, dibujos y fotografías que habían sido enterrados en el suelo cuando el gueto fue destruido. En ellos se contaba la historia del desafío, la opresión, la resistencia y la muerte de la comunidad judía.

Entre 1920 y 1939, Kovno, situada en el centro de Lituania, fue la capital y la ciudad más grande del país. De pequeña ciudad de provincias, pasó a ser una ciudad moderna, y se convirtió en heredera de las mejores tradiciones de la históricamente famosa judería lituana, con tradiciones del núcleo de judaísmo, cultura, aprendizaje, movimientos sociopolíticos modernos y pueblo de Israel.

Kovno tenía una población judía de aproximadamente 32.000 habitantes, cerca de una cuarta parte de la población total de la ciudad, antes de que los alemanes y sus auxiliares lituanos comenzaran sus masacres sistemáticas en 1941.

Este libro fue escrito en los años inmediatamente posteriores a la guerra y se basó en entrevistas con supervivientes de Kovno tras su liberación, muchos de ellos en campos de desplazados. En el prefacio se dice que Este es el primer libro que presenta un relato detallado de lo que ocurrió en el gueto.

En su momento álgido, el gueto llegó a albergar a unas 29.000 personas, la mayoría de las cuales fueron enviadas posteriormente a campos de concentración y exterminio o fusiladas tras ser reunidas y hacinadas en el tristemente célebre «Fuerte 9», uno de los varios que se habían construido bajo el Imperio ruso a finales del siglo XIX para la defensa de la ciudad. El libro describe el fuerte como uno de los lugares más horribles de la aniquilación masiva nazi en Lituania.

Kovno fue liberada por el Ejército Rojo el 1 de agosto de 1944. Pocos días después, poco a poco, los pocos judíos milagrosamente supervivientes comenzaron a regresar a la ciudad. El primer trabajo de todos fue correr a ver cómo había quedado la destrucción del gueto.

Las imágenes que vieron en el emplazamiento del antiguo Gueto eran espantosas. En el Gueto no quedó ni una sola casa intacta. Todas las casas de madera estaban completamente quemadas. Los grandes y macizos muros del bloque amurallado de casas yacían en ruinas, como después de un terremoto. Por zonas enteras del Gueto se veían los monstruosos esqueletos de judíos muertos y quemados.

Uno de los últimos capítulos del libro termina así:

En el séptimo día de luto, inclinamos nuestras cabezas con gran temor ante las cenizas sagradas esparcidas de nuestros hombres y mujeres asesinados y quemados, desde ancianos hasta bebés, susurramos la antigua plegaria judía: «Que sus almas sean envueltas en fardos de vida».