La danza cósmica: Un viaje visual del microcosmos al macrocosmos

Opiniones de los lectores

El libro de Stephen Ellcock ha sido recibido positivamente, elogiado por sus fascinantes temas y sus bellas ilustraciones, aunque algunos críticos señalaron como inconveniente el pequeño tamaño de las ilustraciones.

Ilustraciones hermosas y de gran calidad, temas fascinantes que exploran la intersección del arte y el cosmos, fácil lectura y buen estado. A muchos les pareció inspirador y digno de recomendación.

Las ilustraciones son demasiado pequeñas, lo que dificulta disfrutarlas plenamente. Algunos lectores preferían la calidad de las imágenes de libros anteriores del autor.

(basado en 10 opiniones de lectores)

Título original:

The Cosmic Dance: A Visual Journey from Microcosm to Macrocosm

Contenido del libro:

En La danza cósmica, el renombrado alquimista de la imagen Stephen Ellcock presenta una colección panglobal de imágenes notables, cautivadoras y sorprendentes extraídas de toda la historia del arte para explorar la antigua creencia de que el cosmos se refleja en todos los seres vivos. Organizado temáticamente, el viaje visual comienza con lo microscópico, lo particulado y lo elemental; después explora el cuerpo humano como un cosmos en miniatura, la belleza de las proporciones divinas y nuestra búsqueda de la iluminación espiritual; antes de deleitarse finalmente con lo colosal, lo celestial y lo infinito.

Una elocuente introducción ofrece una visión general de los temas centrales y comentarios de expertos introducen cada sección. Las detalladas leyendas que acompañan a algunas imágenes ofrecen información resumida sobre conceptos clave -desde la proporción áurea hasta el Árbol de la Vida y el cuerpo político-, mientras que las citas y poemas que invitan a la reflexión, intercalados en las obras de arte, incitan a un acercamiento más personal a las imágenes.

Este impresionante tesoro de obras de arte constituye la guía perfecta para una contemplación más profunda del mundo que nos rodea, permitiendo a los lectores, en palabras de William Blake, «ver un mundo en un grano de arena, y un cielo en una flor silvestre, sostener el infinito en la palma de la mano, y la eternidad en una hora».