Puntuación:
El libro es una exploración erudita de la persistencia de las prácticas de curación cristianas desde la era apostólica hasta el siglo V, y ofrece un contexto histórico perspicaz y un examen exhaustivo de las fuentes pertinentes. Si bien algunos lectores consideran que la erudición es sólida y esclarecedora, otros critican la parcialidad del autor debido a su propia perspectiva del ministerio de sanación, que sesga ciertas interpretaciones de la sanación en el cristianismo primitivo.
Ventajas:⬤ Ofrece una visión exhaustiva y bien documentada de las prácticas curativas cristianas.
⬤ Aporta valiosas ideas e interesantes perspectivas históricas.
⬤ Atractivo para los lectores interesados en el tema de la sanación en la Iglesia primitiva.
⬤ Contiene un sesgo notable debido al trasfondo ministerial personal del autor, que afecta a la interpretación.
⬤ Críticas a la opinión del autor sobre el papel de la sanación en la evangelización y la aceptación del sufrimiento.
⬤ Algunos lectores opinan que la óptica del autor limita el significado más amplio de las prácticas históricas de sanación.
(basado en 4 opiniones de lectores)
Healing in the Early Church: The Church's Ministry of Healing and Exorcism from the First to the Fifth Century
Esta monografía presenta la investigación más exhaustiva realizada hasta la fecha sobre la actividad sanadora de la Iglesia primitiva. En contraste con los primeros escépticos como B.
B. Warfield, el autor está convencido de que hubo un vigoroso ministerio de sanación en los siglos que siguieron a los apóstoles, aunque fluctuó un poco y cambió de modalidad. El exorcismo está atestiguado de forma prominente en todo el periodo.
Los Padres prenicenos reconocían su gran valor apologético como demostración dramática de la superioridad de Jesucristo sobre los dioses paganos.
El interés por los milagros de curación per se parece haber sido particularmente característico de los miembros menos educados de la Iglesia y de aquellos que eran castos en su devoción a la causa de Cristo. Entre estos grupos se encontraban los dones de curación, cada vez menos frecuentes a mediados del siglo III, pero bien atestiguados de nuevo más tarde en los círculos monásticos.
En el período preniceno, la unción con aceite (en nombre de Cristo) era claramente una vía de curación y, aunque se menciona comparativamente poco, puede haber estado muy extendida como parte del ministerio regular del clero local a los enfermos. También se producían curaciones bautismales, tanto físicas como espirituales. En la Iglesia postnicena, los santuarios de los mártires se convirtieron en un lugar destacado de curación.
Es posible que los Padres de la Iglesia fomentaran la devoción a este culto como una alternativa aceptable a las prácticas mágicas. Sin embargo, las evidencias sugieren que sí hubo sincretismo y que las reliquias de los mártires podían revestirse de un temor casi mágico. La mayoría de los Padres tenían una actitud positiva hacia la profesión médica, considerándola una vía de la obra de Dios, y a finales del siglo IV uno de ellos fue pionero en la creación del hospital, que luego se extendió por todo el Mediterráneo oriental.
En un apéndice de su obra, el autor expone nueve puntos de la actividad curativa de la Iglesia primitiva, y de su propia experiencia, para ayudar a quienes se dedican hoy al ministerio de la curación.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)