Puntuación:
Actualmente no hay opiniones de lectores. La calificación se basa en 2 votos.
The Irish Question: Two Centuries of Conflict, Second Edition
Las múltiples dimensiones de la Cuestión Irlandesa, 1800-1922, constituyeron el problema más cargado de emociones de la política británica, a menudo en detrimento de otros intereses imperiales, un nudo gordiano que sólo se rompió con el establecimiento del Estado Libre Irlandés en 1922. En este volumen Lawrence J. McCaffrey presenta una visión coherente de la evolución del nacionalismo irlandés desde 1800 y del impacto de la Cuestión Irlandesa en la cultura, la política y las instituciones británicas.
El nexo emocional de la Cuestión Irlandesa fue la cuestión religiosa, pero McCaffrey cree que el nacionalismo surgió del intento de la minoría protestante irlandesa, apoyada por Gran Bretaña, de mantener el predominio religioso, político, económico y social sobre una mayoría desposeída y resentida. Aunque las concesiones británicas a la agitación irlandesa eliminaron muchos agravios -concediendo a Irlanda una igualdad religiosa virtual, junto con reformas sociales, económicas y políticas sustanciales-, el nacionalismo, a menudo frustrado en sus intentos de asegurar la reforma y la libertad, asumió una postura cada vez más rígida. Los nacionalistas no estaban dispuestos a conformarse con menos que el autogobierno, y como los métodos constitucionales no lograban alcanzar este objetivo, la violencia parecía la única alternativa.
Las amargas disensiones creadas por la Cuestión Irlandesa dejaron huellas permanentes en la política y las instituciones británicas. Los esfuerzos de dos Primeros Ministros, Peel y Gladstone, por resolver el conflicto dividieron a sus partidos, contribuyendo así a la confusión e inestabilidad políticas. Pero la alianza entre los nacionalistas irlandeses y los liberales británicos consiguió mejorar la situación de Irlanda y aceleró el avance de la democracia en Gran Bretaña. Y el intento de los políticos británicos de ocuparse de los aspectos económicos y sociales de la Cuestión Irlandesa socavó el laissez faire y fomentó el progreso del Estado del bienestar en ambas islas. Por otra parte, el desafío del nacionalismo irlandés sostuvo y estimuló las raíces no populistas del nativismo británico, convirtiéndolo en un factor influyente en la política hasta principios del siglo XX.
En opinión de McCaffrey, la cuestión irlandesa tiene especial relevancia en nuestro mundo contemporáneo de naciones emergentes, guerras de liberación y tensiones entre mayorías y minorías. Irlanda ofrece un ejemplo temprano de cómo los sueños de los nacionalistas culturales se convierten en realidades y del hecho aleccionador de que los revolucionarios ideológicos suelen ser malos políticos prácticos.
© Book1 Group - todos los derechos reservados.
El contenido de este sitio no se puede copiar o usar, ni en parte ni en su totalidad, sin el permiso escrito del propietario.
Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)