La cruzada de los necios: Yugoslavia, la OTAN y los delirios occidentales

Título original:

Fools' Crusade: Yugoslavia, Nato, and Western Delusions

Contenido del libro:

Las intervenciones militares por motivos supuestamente humanitarios se han convertido en una característica establecida del orden mundial posterior a la Guerra Fría. Desde el 11 de septiembre, esta forma de militarismo ha adquirido proporciones nuevas e impredecibles. El bien documentado estudio de Diana Johnstone demuestra que el bombardeo humanitario de la antigua Yugoslavia en 1999 fue un momento crucial para establecer en la mente pública y, sobre todo, en el contexto político del liberalismo y la izquierda, la legitimidad de tales intervenciones.

En el transcurso de las guerras civiles que condujeron a la desintegración de Yugoslavia, una historia compleja llegó a presentarse como una obra de moralidad en la que los papeles estaban guionizados para satisfacer las necesidades morales del Occidente capitalista. La identificación de los musulmanes como víctimas indefensas y de los serbios como monstruos genocidas inflamó los miedos y odios dentro de Yugoslavia, y preparó el camino para que el poder pasara de la población de la región a organismos internacionales como la OTAN.

Engaños y autoengaños pone a prueba los mitos populares frente a la realidad de la historia yugoslava. Johnstone identifica los intereses geopolíticos comunes que atraviesan tales intervenciones militares, y argumenta persuasivamente que crean problemas en lugar de resolverlos. Demuestra que la guerra de Kosovo fue en realidad el modelo para la futura destrucción de países vistos como amenazas potenciales a la hegemonía de una comunidad internacional que actualmente se está redefiniendo para excluir o marginar a todos menos a los que se ajustan a los intereses de Estados Unidos.

Un capítulo final muestra cómo el guión preparado para Yugoslavia se está volviendo a representar en Afganistán. Queda por saber si el juicio de Milosevic ante el Tribunal Internacional de La Haya o la captura de Bin Laden pondrán fin a esta escenificación ideológica.