La corte de Lucifer: El viaje de un hereje en busca de los portadores de la luz

Opiniones de los lectores

Las críticas de «Lucifer Rising» presentan una perspectiva mixta sobre la exploración de Otto Rahn de los acontecimientos históricos a través de un formato de diario de viaje. El libro destaca por la viveza de su escritura, sus reflexiones personales y el entrelazamiento de temas históricos y ocultistas, especialmente en relación con los cátaros y la mitología europea en general. Sin embargo, algunos críticos lo critican por su contenido especulativo, sus inexactitudes históricas y su potencial para promover opiniones controvertidas.

Un estilo de escritura vívido y atractivo que ofrece una rica imagen de los viajes de Rahn.

Ofrece perspectivas únicas sobre la historia y la mitología, en particular sobre los cátaros y la Iglesia.

(basado en 25 opiniones de lectores)

Título original:

Lucifer's Court: A Heretic's Journey in Search of the Light Bringers

Contenido del libro:

Diario personal de Rahn de sus viajes como investigador ocultista para el Tercer Reich.

- Primera traducción al inglés de los viajes del autor en busca de un equivalente nórdico del monte Sinaí.

- Explica por qué Lucifer el Portador de Luz, dios de los herejes, es una figura positiva.

La búsqueda del Grial que Otto Rahn llevó a cabo durante toda su vida atrajo la atención de Himmler, líder de las SS, que compartía sus intereses esotéricos. Inducido por Himmler a convertirse en el principal investigador de lo oculto para los nazis, Rahn viajó por toda Europa -desde España hasta Islandia- a mediados de la década de 1930 siguiendo pistas sobre el Grial y otros misterios. La corte de Lucifer es el diario de viaje que escribió mientras buscaba «los fantasmas de los paganos y herejes que fueron sus) antepasados». Fue durante esta época cuando Rahn comprendió el papel positivo que desempeña Lucifer en estas religiones prohibidas como portador de la verdadera iluminación, similar al de Apolo y otros dioses del sol en el culto pagano.

Para Rahn, este viaje también supuso un autodescubrimiento. Encontró un eco tan fiel de sus propias creencias más íntimas en las vidas de los herejes del pasado que acabó llamándose cátaro y alimentando la ambición de restaurar esa fe, que había sido cruelmente destruida en las hogueras de la Inquisición. Sus viajes por encargo del Reich -incluida la investigación de una supuesta entrada a la Tierra Hueca en Islandia y la búsqueda de la verdadera misión de Lucifer en las cuevas del sur de Francia que sirvieron de refugio a los cátaros durante la Inquisición- también le llevaron al desencanto con sus jefes y a su misteriosa muerte en las montañas tras su ruptura con los nazis.