La corazonada de Darwin: Ciencia, raza y la búsqueda de los orígenes humanos

Opiniones de los lectores

Actualmente no hay opiniones de lectores. La calificación se basa en 3 votos.

Título original:

Darwin's Hunch: Science, Race, and the Search for Human Origins

Contenido del libro:

El anuncio de los fósiles del homínido Homo naledi por el profesor Lee Berger en septiembre de 2015 en Maropeng, a las afueras de Johannesburgo, dominó las noticias y los titulares durante meses a nivel internacional. La reacción del público ante el hallazgo puso de manifiesto la fascinación por la búsqueda de los orígenes humanos y que el concepto de raza y evolución humana están vinculados en la mente de muchas personas.

Christa Kuljian recorre la historia de la paleoantropología sudafricana y la investigación genética para dar sentido a la ciencia y la raza en la búsqueda de los orígenes humanos. Con el tiempo, la naturaleza de la búsqueda ha cambiado. Después de todo, ¿qué buscamos?

La corazonada de Darwin en 1871 era que los humanos evolucionaron en África, pero muy pocos científicos europeos estaban de acuerdo. Raymond Dart escribió en Nature en febrero de 1925 que el cráneo del niño de Taung apoyaba la teoría de Darwin. Dart creía haber encontrado el "eslabón perdido" entre simios y humanos. De nuevo, pocos científicos estuvieron de acuerdo. En el último siglo, la búsqueda de los orígenes humanos se ha visto condicionada por el cambiante contexto social y político. Como reflejo del pensamiento colonial, Raymond Dart siguió la práctica de Estados Unidos y Europa de recoger restos humanos y caracterizar los esqueletos humanos en tipos raciales. Pensó que existía un tipo racial bosquimano que podría proporcionar una pista sobre la evolución humana. En 1936, dirigió una expedición de la Universidad de Wits al Kalahari para estudiar este tipo racial imaginario. Una de las personas que conoció y midió era una joven llamada /Keri-/Keri. Murió dos años después. Su cuerpo fue embalsamado y trasladado a la Universidad de Wits, donde su esqueleto pasó a formar parte de la colección de esqueletos de Raymond Dart. El libro desvela la triste historia de lo que ocurrió con sus restos. Además de /Keri-/Keri, Kuljian nos presenta a una serie de personas que estuvieron a la sombra de los conocidos científicos.

El libro muestra cómo el Primer Ministro Jan Smuts apoyó la búsqueda de los orígenes humanos en los años 20, 30 y 40, cómo el gobierno del apartheid se opuso al concepto de evolución humana y cómo el gobierno sudafricano posterior a 1994 y el Presidente Thabo Mbeki, con el estímulo de Phillip Tobias, celebraron el hecho de que África es la Cuna de la Humanidad. Sin embargo, la búsqueda continúa. En 1987, la publicación de "El ADN mitocondrial y la evolución humana" sugirió que todos los humanos vivos podían remontar su ascendencia hasta África hace 200.000 años. Muchos científicos y la opinión pública occidental tardaron en aceptar tal afirmación. La investigación genética continúa hoy en día, pero no se basa en fósiles o esqueletos, sino en muestras de ADN. Kuljian examina el pensamiento y los planteamientos actuales de la búsqueda en curso y explica por qué durante gran parte del siglo pasado tantos científicos se mostraron reacios a aceptar la corazonada de Darwin.