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El libro es un relato histórico de la conservación del pino longleaf, centrado en las aportaciones de Herbert Stoddard y la evolución de la gestión ecológica de la tierra. También destaca la importancia de los conocimientos locales y el papel del fuego en la gestión forestal, contrastándolos con los enfoques tradicionales de gestión científica.
Ventajas:El libro profundiza en la historia de la gestión ecológica del territorio y ofrece un relato convincente sobre figuras clave como Herbert Stoddard y Aldo Leopold. Destaca temas valiosos como la importancia de la experiencia práctica y el papel del fuego en la gestión del territorio, que resultan beneficiosos para los lectores interesados en la restauración y la conservación.
Desventajas:El libro puede no satisfacer las expectativas de los lectores que busquen una guía práctica específica sobre el cultivo del pino de hoja larga, ya que se centra más en el contexto histórico y la filosofía ecológica que en técnicas de cultivo detalladas. Además, algunos lectores podrían encontrar los aspectos históricos menos atractivos si lo que buscan son instrucciones directas.
(basado en 2 opiniones de lectores)
Conserving Southern Longleaf: Herbert Stoddard and the Rise of Ecological Land Management
La región de Red Hills, en el sur de Georgia y el norte de Florida, contiene uno de los ecosistemas biológicamente más diversos de Norteamérica, con pinos de hoja larga de hasta cuatrocientos años y un sotobosque de vida vegetal sin parangón.
A primera vista, los bosques de pinos de hoja larga de plantaciones como Greenwood, a las afueras de Thomasville (Georgia), parecen inalterados por la economía de mercado y la actividad humana, pero Albert G. Way sostiene que este entorno fue producido socialmente y que su historia añade matices al relato más amplio de la conservación estadounidense.
A principios del siglo XX, los bosques de Red Hills se consideraban un refugio saludable para los industriales del norte. Cuando el notable biólogo Herbert Stoddard llegó a la zona en 1924, empezó a reconocer su valor ecológico. Stoddard trabajaba para el gobierno federal, pero se basó en los conocimientos locales para elaborar sus prácticas de gestión de la tierra, hasta el punto de que surgió una forma de conservación ecológica claramente sureña y agraria.
Este conjunto de prácticas fue progresista en muchos aspectos, sobre todo en su enfoque de la gestión de incendios y la diversidad de especies, y gran parte de él sigue vigente hoy en día. Utilizando Stoddard como ventana a este paisaje de conservación único, "Conserving Southern Longleaf" sitúa a las Red Hills como un valioso centro de investigación y comprensión de la biología de la fauna salvaje, la ecología del fuego y la apreciación medioambiental de una región antaño apodada simplemente los "pinares".
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)