Puntuación:
Su cereza es una comedia romántica divertidísima protagonizada por William, un extravagante cleptómano, y Hailey, una panadera en apuros. El libro está lleno de momentos para partirse de risa, bromas ingeniosas y una dulce historia de amor, que muestra la dinámica humorística entre los personajes y sus respectivas peculiaridades.
Ventajas:⬤ El humor es consistentemente divertido, con personajes que evocan la risa.
⬤ Hay una fuerte química entre William y Hailey, lo que da lugar a interacciones agradables.
⬤ Los personajes secundarios, incluida la abuela de Hailey, contribuyen a la hilaridad.
⬤ El argumento incluye giros interesantes y mantiene al lector entretenido.
⬤ El libro es una lectura desenfadada que equilibra bien la comedia y el romance.
⬤ Algunos elementos de la trama pueden parecer no resueltos o poco desarrollados, como la escena de la ruptura y las historias de los personajes.
⬤ Hay momentos en los que las decisiones de los personajes, como la falta de comunicación de Hailey sobre sus problemas, pueden parecer frustrantes.
⬤ Algunos lectores pueden encontrar la representación de ciertos temas, como la virginidad de Hailey y la cleptomanía de William, demasiado simplificada o trivializadora.
(basado en 1293 opiniones de lectores)
Her Cherry
¿Cómo la conocí? Bueno, un caballero nunca alardea. Por suerte, yo no soy un caballero.
Primero, pagué por su cereza (pastel, pero ese no es el punto), Luego, la desfloré. ¿Y después? Dejé mi tarjeta de visita y me fui como si fuera el dueño del lugar. Sí, se podría decir que congeniamos.
Hailey ¿Cómo conocí a William? Entró en mi panadería, compró una tarta de cerezas, robó un jarrón de flores -todavía no tengo ni idea de qué quería con ellas- y dejó su tarjeta de visita.
Antes de decir lo que hice con la tarjeta de visita, debo aclarar algo: William no podía haber entrado en mi vida en peor momento. Mi panadería estaba fracasando.
Mi espeluznante ex se negaba a dejarme en paz. Ah, y yo era una virgen de veinticinco años, un hecho por el que mis amigos se negaban a dejar de molestarme. Arreglar mi pequeño problema de virginidad con William sería como matar una mosca a martillazos.
Excesivo, pero del mejor tipo. William era estúpidamente sexy, el tipo de sexy que hace que las mujeres hagan estupideces. El tipo de calor que me hacía pensar cosas locas.
Como pensar que a la mosca no le importaría ser martillada por William y sus abdominales. Ya somos dos.
Así que lo llamé. Tal vez fue en contra de mi buen juicio. Tal vez me estaba metiendo en un desastre a punto de ocurrir.
Supe que estaba en un lío cuando se rió por teléfono con su voz profunda y sexy y me dijo: "Sigo deseando tu cereza.
¿Me la das? ".
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)