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The Battle: Let the Lord Fight Your Battle
A la edad de treinta años, mi llamado a predicar vino a mí en un sueño, un hombre extraño me dijo: Deja que Dios sea el Juez. Muchos tratarán de engañarte diciéndote que Dios no te llamó a predicar.
Deja que Dios sea el juez. Cuando desperté de aquel sueño, no podía creerlo. Pensé para mis adentros: ¿Me está llamando Dios a predicar? Una chica tímida como yo no podía ser predicadora.
Este sueño recurrente me persiguió durante tres años y medio. Era como si no pudiera huir de él.
El extraño de mis sueños me dijo que leyera Juan 22:17: Jesús le dijo: No me toques, porque aún no he subido a mi Padre; pero ve a mis hermanos y diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios. Jesús encomendó a María Magdalena la tarea de difundir la buena nueva.
Las buenas nuevas de Su Gloriosa resurrección y Su ascensión de regreso a Dios. María pensó que estaba allí para visitar la tumba de Cristo, pero Jesús redirigió su tarea y se convirtió en la primera mujer evangelista.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)