La batalla de Upper Sandusky, 1782

Título original:

The Battle of Upper Sandusky, 1782

Contenido del libro:

En mayo de 1782, el coronel William Crawford dirigió a más de 450 voluntarios a través de Ohio para atacar a los nativos americanos aliados de los británicos que llevaban años asaltando las fronteras de Pensilvania y Virginia. Crawford, un comandante experimentado pero reticente, y sus hombres se enfrentaron a una fuerza de tamaño similar de rangers británicos e indios Wyandot, Delaware y Shawnee en el río Sandusky a principios de junio. Después de tres días, los estadounidenses fueron derrotados en una de las peores derrotas que sufrieron las armas americanas en la frontera durante la Revolución Americana. Durante la retirada, los guerreros nativos americanos capturaron a docenas de hombres, incluido el coronel Crawford. Muchos de ellos fueron horriblemente torturados hasta la muerte en venganza por la masacre de Gnadenhutten ocurrida a principios de esa primavera, cuando voluntarios estadounidenses apalearon hasta la muerte a casi un centenar de indios delaware desarmados y que no opusieron resistencia.

La Batalla de Upper Sandusky, 1782, sitúa las operaciones militares en primera línea de los acontecimientos de los últimos meses de la Revolución Americana en la frontera. Es importante destacar que otorga un merecido crédito a los líderes nativos americanos, en particular a Dunquat, de los Wyandot, y a Hopocan, de los Delaware, por su papel y mando en el campo de batalla. Durante más de dos siglos, su victoria se atribuyó a la presencia de los Rangers británicos y de unos pocos oficiales, pero Dunquat y Hopocan tomaron las decisiones críticas antes y después de la batalla mientras los guerreros nativos americanos constituían el grueso de su ejército.

El libro también reconsidera la eficacia de las operaciones estadounidenses. Crawford era un comandante poco entusiasta al que hubo que convencer de que dirigiera la campaña para evitar que se repitiera la masacre de Gnadenhutten. A pesar de su largo servicio en la frontera y de su experiencia en el Ejército Continental, Crawford no consiguió unir a su mando ad hoc, sufrió constantes indecisiones y no pudo imprimir su propio sello a la campaña. La naturaleza poco profesional de su ejército también contribuyó a su derrota, ya que carecía de organización, experiencia, liderazgo, entrenamiento y estandarización.

La presencia de Simon Girty, demonizado por los estadounidenses de la frontera como un traidor, y la horripilancia de la ejecución de Crawford centraron los relatos sobre la campaña en esos dos individuos, más que en las propias operaciones militares o en los indios que obtuvieron la victoria. Los mitos se aceptaron como hechos. Posteriormente, el interés por la campaña y los combatientes se desvaneció. La Batalla de Upper Sandusky, 1782, otorga a la campaña de Crawford el lugar que le corresponde como una de las mayores batallas entre fuerzas fronterizas y nativos americanos durante la Guerra de la Independencia.