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The McSqaw Gang
Shaw estaba sentado temblando en medio de un callejón desierto y abandonado. El sol le daba de lleno, pero sentía frío y mucho, mucho miedo. Una figura entró en el callejón. Shaw se puso en pie de un salto, inmóvil y tenso. Luego suspiró. Era Dean, sonriente, que se le acercaba y se detenía justo delante de él.
Antes de que Shaw pudiera pensar, Dean le propinó un puñetazo en un lado de la cabeza, haciéndole caer contra el edificio situado a su derecha.
Shaw recibió tal impacto que lo dejó inconsciente y se desplomó en el suelo.
Con la mano derecha, Dean atrapó un cuchillo que apuntaba a la cabeza de Shaw.
Desde el fondo del callejón se paseaban los cuatro líderes de la Cicatriz.
«Buena captura», sonrió uno de ellos. Pero no te preocupes. Nos ocuparemos de tu amiguito después de ocuparnos de ti».
Golpearon a Dean sin sentido para respaldar sus amenazas; luego se turnaron para infligirle heridas que cortaban más profundo que cualquier cuchillo.
Después de satisfacer un viejo rencor, los cuatro matones se marcharon, seguros de que nadie volvería a atreverse a violar su territorio.
¿O no?
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)