La América de Harry el Sucio: Clint Eastwood, Harry Callahan y la reacción conservadora

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Título original:

Dirty Harry's America: Clint Eastwood, Harry Callahan, and the Conservative Backlash

Contenido del libro:

"Street presta un servicio crítico y cultural crucial no sólo estudiando con agudo detalle las películas individuales de Eastwood, sino también proporcionando un análisis cercano y serio del momento cultural e histórico de las películas"--Sam B. Girgus, autor de Clint Eastwood's America.

"Con mucho, el análisis más completo, sostenido y detallado del fenómeno de Harry el Sucio. Un relato exhaustivo y atractivo de cómo un ficticio policía renegado se convirtió en un icono perdurable de la airada reacción conservadora que pretendía frenar en seco el liberalismo de los años 60."--Nick Heffernan, autor de Culture, Environment and Ecopolitics.

El Harry el Sucio de Clint Eastwood se convirtió en el prototipo de un nuevo tipo de policía cinematográfico: un antihéroe que persigue su propia visión de la justicia. La serie de Harry el Sucio ayudó a consolidar a Eastwood y a su personaje, Harry Callahan, como figuras centrales del cine de Hollywood de las décadas de 1970 y 1980.

En Dirty Harry's America, Joe Street sostiene que las películas arrojan luz crítica sobre la cultura y la política de la era posterior a los años sesenta y sitúa a San Francisco como el simbólico campo de batalla cultural de la época. En toda la serie, la ira conservadora y la indignación moral se enfrentan al liberalismo elitista y al relativismo moral. Al prestar especial atención a la representación que hacen las películas de la delincuencia, la familia y la comunidad, la sexualidad y la raza, Street sostiene que, al hacer referencia a acontecimientos reales y luchas políticas, las propias películas se convirtieron en participantes activos en las guerras culturales.

Portador sin complejos del derecho y el poder, Harry Callahan se convierte en el Ur-conservador de Estados Unidos: "inflexible, moral, incorruptible y, lo que es más importante, siempre correcto". Mucho tiempo después de la serie, el legado de Callahan sigue vigente en el discurso político, el cine y la cultura pop estadounidenses, y sigue dando forma a la posterior carrera política y cinematográfica de Eastwood.