Puntuación:
La actitud científica», de Lee McIntyre, es una exploración exhaustiva de la ciencia que hace hincapié en la importancia de una actitud científica por encima de metodologías rígidas. El libro trata de aclarar qué distingue a la ciencia de la pseudociencia, ofreciendo ideas tanto filosóficas como prácticas. A pesar de su valor, algunos lectores lo consideran tedioso o excesivamente simplista, mientras que otros alaban su contenido, que invita a la reflexión, y su accesibilidad.
Ventajas:El libro es elogiado por su claridad, su atractivo estilo de redacción y su tratamiento accesible de la filosofía de la ciencia, lo que lo hace adecuado tanto para científicos como para lectores profanos. Aborda con eficacia la distinción entre ciencia y pseudociencia y subraya la importancia de una actitud científica inquisitiva. A muchos les pareció esclarecedor y esencial para combatir la pseudociencia y comprender la naturaleza de la investigación científica.
Desventajas:Algunos lectores consideraron que el libro era repetitivo o soso, y unos pocos que era un sermón. Se señaló que el libro puede leerse como un curso básico de filosofía y que carece de profundidad a la hora de debatir los fallos de la ciencia. Los críticos opinaron que podría echarse de menos un debate más matizado y crítico sobre la ciencia y la pseudociencia.
(basado en 21 opiniones de lectores)
The Scientific Attitude: Defending Science from Denial, Fraud, and Pseudoscience
Un argumento según el cual lo que distingue a la ciencia es su énfasis en las pruebas y la disposición de los científicos a cambiar las teorías a partir de nuevas pruebas.
Los ataques a la ciencia se han convertido en algo habitual. Afirmar que el cambio climático no es una ciencia consolidada, que la evolución es «sólo una teoría» y que los científicos conspiran para ocultar al público la verdad sobre las vacunas es algo que forma parte del repertorio retórico de algunos políticos. Los defensores de la ciencia suelen señalar sus descubrimientos (la relatividad de la penicilina ) sin explicar exactamente por qué las afirmaciones científicas son superiores. En este libro, Lee McIntyre argumenta que lo que distingue a la ciencia de sus rivales es lo que él llama «la actitud científica»: preocuparse por las pruebas y estar dispuesto a cambiar las teorías a partir de nuevas pruebas. La historia de la ciencia está plagada de teorías que eran científicas pero resultaron ser erróneas; la actitud científica revela por qué incluso una teoría fallida puede ayudarnos a comprender lo que tiene de especial la ciencia.
McIntyre ofrece ejemplos que ilustran tanto el éxito científico (la reducción de la fiebre puerperal en el siglo XIX) como el fracaso (el defectuoso «descubrimiento» de la fusión fría en el siglo XX). Describe la transformación de la medicina de una práctica basada en gran medida en corazonadas a una ciencia basada en pruebas; considera el fraude científico; examina las posturas de los negacionistas, pseudocientíficos y «escépticos» impulsados por ideologías que rechazan los descubrimientos científicos; y argumenta que las ciencias sociales, al igual que las ciencias naturales, deberían adoptar la actitud científica. McIntyre sostiene que la actitud científica -la fundamentación de la ciencia en la evidencia- ofrece una herramienta excepcionalmente poderosa en la defensa de la ciencia.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)