Puntuación:
El libro ofrece una visión convincente y bien documentada de los bajos fondos sudafricanos, de especial utilidad para los aspirantes a agentes del orden. Aunque muchos críticos lo consideraron atractivo y apasionante, algunos señalaron que tenía sus defectos, como problemas de ritmo y narraciones incompletas.
Ventajas:Bien documentado, atractivo, bueno para los aspirantes a agentes de la ley, historia convincente, apasionante, revelador de los bajos fondos sudafricanos.
Desventajas:Algunas lagunas en la historia debidas a la dificultad de investigar los bajos fondos criminales, problemas de ritmo y la preocupación de que el libro se haya publicado prematuramente.
(basado en 8 opiniones de lectores)
Krejcir: Business as Usual
¿Quién es Radovan Krejcir? Conocido como "Baas John" por sus subordinados, llegó a Sudáfrica en 2007 con un pasaporte falso. Era un fugitivo, un poderoso multimillonario checo que escapó de la cárcel acusado de fraude y huyó a la buena vida en las Seychelles.
Pero un intento de la República Checa de extraditarlo llevó a Krejcir a Sudáfrica. Fue detenido en el aeropuerto, pero un supuesto soborno le mantuvo en el país. En pocos años, Krejcir había amasado una gran fortuna y su nombre empezó a asociarse con miembros de bandas del hampa como Cyril Beeka y Lolly Jackson.
Fue el asesinato de Lolly Jackson lo que puso el nombre de Krejcir en el candelero y reveló sus tratos con el jefe de la inteligencia criminal Joey Mabasa y el delincuente de poca monta George Louka.
En los tres años siguientes se produjeron 10 muertes más, cada una más dramática que la anterior. También fue víctima de un extraño tiroteo al estilo James Bond.
Su negocio Moneypoint explotó al estallar una bomba dejada dentro de una bolsa, matando a dos socios. Poco después, Krejcir fue detenido, pero, al más puro estilo Krejcir, ni siquiera una celda pudo retenerle. La policía frustró un plan para asesinar al coronel Nkosana Ximba, policía de alto rango, y al investigador forense Paul O'Sullivan, así como numerosos intentos de fuga.
Ha sido declarado culpable y condenado por secuestro, intento de asesinato e intento de posesión de drogas. También se enfrenta a cargos por el asesinato de Sam Issa, la conspiración para asesinar a investigadores y el asesinato de Phumlani Ncube, un asesino a sueldo convertido en informador. Pero Krejcir revela por qué no hemos oído hablar por última vez del peor jefe criminal que ha visto Sudáfrica.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)