Kodak y la lente de la nostalgia

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Título original:

Kodak and the Lens of Nostalgia

Contenido del libro:

Las campañas publicitarias lanzadas por Kodak en los primeros años de la fotografía instantánea se sitúan en el centro de un cambio en la vida doméstica estadounidense que va más allá de las innovaciones tecnológicas en cámaras y películas. Antes de la llegada de la publicidad de Kodak en 1888, escribe Nancy Martha West, los estadounidenses estaban mucho más dispuestos a permitir que la pena entrara en el espacio de la fotografía doméstica, como demuestra la popularidad de la fotografía postmortem a mediados del siglo XIX. Mediante la toma de instantáneas, Kodak enseñó a los estadounidenses a ver sus experiencias como objetos de nostalgia, a organizar sus vidas de tal manera que los aspectos dolorosos o desagradables quedaran sistemáticamente borrados.

West analiza un amplio abanico de los inventos y estrategias de marketing más populares de Kodak, como la "Chica Kodak", la trascendental invención de la cámara Brownie en 1900, la "Campaña de Historias" durante la Primera Guerra Mundial e incluso la Vanity Kodak Ensemble, una cámara presentada en 1926 que venía totalmente equipada con pintalabios.

Al principio de su campaña, la publicidad de Kodak vendía sobre todo la diversión de hacer fotos. Los anuncios de esta época celebran el puro placer de la fotografía instantánea: el placer de manejar una cámara diminuta, de no preocuparse por el revelado y la impresión, de capturar sujetos en momentos cándidos. Pero a partir de 1900 se produjo un cambio crucial en la estrategia de marketing de la empresa. La conservación de los recuerdos domésticos se convirtió en la misión más importante de Kodak. Con la introducción de la cámara Brownie a principios de siglo, la importancia del hogar empezó a sustituir a la actividad de ocio como tema de los anuncios, y al final de la Primera Guerra Mundial, los estadounidenses parecían necesitar desesperadamente fotografías para confirmar la unidad familiar.

En 1932, Kodak se había embriagado tanto con el poder de su propio marketing que se le ocurrió la idea más extraña de todas, la "Campaña de la Muerte". Iniciada pero nunca publicada, esta campaña basada en imágenes de seres queridos fallecidos cerró el círculo de la publicidad de Kodak. Después de haber lanzado una de las campañas más exitosas de la historia de la publicidad, la empresa no pareció darse cuenta de que vender un tema doloroso podría ser más difícil que vender placer momentáneo o nostalgia.

Enriquecido con más de 50 reproducciones de los propios anuncios, 16 de ellas en color, Kodak and the Lens of Nostalgia ilustra vívidamente los cambios fundamentales en la cultura estadounidense y la función de la memoria en los años de formación del siglo XX.