Puntuación:
El libro analiza la evolución de la clasificación biológica y las relaciones entre organismos, incorporando modernos métodos de biología molecular. Escrito por el microbiólogo John L. Ingraham, se presenta en un estilo informal con elementos autobiográficos, haciendo accesibles los conceptos científicos complejos tanto a lectores generales como a especialistas. Destaca la importancia de comprender el microbioma y sus implicaciones para la salud y la ecología.
Ventajas:⬤ Estilo de redacción informal y atractivo
⬤ accesible tanto para lectores generales como para especialistas
⬤ proporciona información de fondo relevante
⬤ fomenta la exploración científica
⬤ incluye anécdotas personales que conectan a los lectores con la ciencia
⬤ trata temas significativos como el microbioma.
Algunos lectores pueden encontrar que carece de profundidad en ciertas áreas debido a la perspectiva ajena del autor en la investigación evolutiva.
(basado en 2 opiniones de lectores)
Kin: How We Came to Know Our Microbe Relatives
Desde Darwin, la gente ha especulado sobre las relaciones evolutivas entre especies distintas, incluidas nuestras conexiones con las diversas formas de vida conocidas como microbios. En la década de 1970, los biólogos descubrieron una forma de establecer estos parentescos. Esta nueva era de exploración comenzó con el hallazgo de Linus Pauling de que cada proteína de cada célula contiene una enorme reserva de historia evolutiva. Su descubrimiento abrió una vía de investigación que ha cambiado la forma de pensar de los biólogos y otras personas sobre el mundo vivo. En Kin John L. Ingraham narra la historia de estos notables avances. Su historia, original y accesible, explica cómo hemos llegado a comprender nuestra herencia microbiana y el parentesco de todos los organismos de la Tierra.
Uno de los logros científicos más revolucionarios fue el descubrimiento por Carl Woese de que un gran grupo de organismos antes agrupados junto con las bacterias eran en realidad una forma de vida totalmente distinta, ahora denominada arquea. Pero el logro más importante ha sido la construcción del Árbol de la Vida, un proyecto evolutivo con el que Darwin soñó hace más de un siglo. Hoy sabemos que los tres tallos principales del Árbol están dominados por microbios. Los no microbios -plantas y animales, incluidos los humanos- constituyen sólo una pequeña rama superior en un tallo.
Conocer la estructura del Árbol ha permitido a los biólogos caracterizar la compleja variedad de poblaciones microbianas que viven en nosotros y sobre nosotros, e investigar cómo contribuyen a la salud y la enfermedad. Este conocimiento también nos acerca a responder a la tentadora pregunta de cómo empezó el Árbol de la Vida, hace más de 3.500 millones de años. Hace más de 3.500 millones de años.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)