Kat's Kosmic Blues

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Contenido del libro:

Un año después de la muerte de su madreKatherine ("Kat") Hudson, Charlie pensó que había descubierto todos los secretos de su madre. ¿Cómo pudo equivocarse tanto? Cuando Charlie descubre el diario de su madre, es como si Kat estuviera allí mismo, contándole a Charlie su historia. La historia de Kat comienza en 1965, cuando tiene 19 años, el principio del viaje que le enseña que su vida sólo será lo que ella esté dispuesta a aceptar. Descubre que no está dispuesta a conformarse con nada menos que su sueño de convertirse en diseñadora de moda, sin importarle los obstáculos que encuentre en el camino.

Katherine Wilson Hudson está decidida a convertirse en diseñadora de moda. Estamos a mediados de los años sesenta y todo en esa década huele a sexo, drogas y rock and roll, pero no en el mundo de Kat. En su pequeña ciudad, sus padres se niegan rotundamente a que estudie arte e insisten en que haga lo que cualquier chica de los 60 debería hacer: ser profesora y buscarse un marido. Kat intenta ser la "niña buena" durante dos largos años en la universidad, pero eso no le sienta bien. Cuando se le presenta la oportunidad de conseguir una beca, acaba en Nueva York, estudiante de diseño de moda en la prestigiosa escuela Parsons, la chica de pueblo que intenta averiguar cuál es su verdadero lugar.

Con el telón de fondo de la guerra de Vietnam, los disturbios raciales y el floreciente movimiento feminista, Kat debe sortear el abismo entre su deseo aparentemente superficial de formar parte del mundo de la moda y las decisiones de la vida real que acabarán definiendo quién es realmente. Cuando se encuentra en Woodstock, una hippie de fin de semana, empieza a darse cuenta de que su abuela tenía razón cuando le dijo que la vida nunca consistiría en encontrarse a sí misma. Se trata de crearse a sí misma.

Decidida a crear la vida que imagina, Kat se enfrenta a una crisis personal tras otra antes de unir fuerzas con un improbable socio. Y, finalmente, descubrir quién es. "Si quieres hacer reír a Dios", le había dicho su abuela Fran, "cuéntale tus planes".