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El libro «Judío contra judío», de Samuel Freedman, explora la compleja dinámica y las divisiones dentro del judaísmo estadounidense, presentando diversas historias que ilustran los conflictos entre las distintas sectas y comunidades judías. Destaca cuestiones históricas y contemporáneas que afectan a los judíos estadounidenses, ofreciendo en última instancia una visión de su identidad y sus luchas.
Ventajas:El libro ha sido elogiado por su exhaustiva investigación, su atractiva narración y la imparcialidad del autor a la hora de presentar diversas perspectivas. Se considera perspicaz y educativo, por lo que es una lectura recomendada tanto para judíos como para no judíos interesados en comprender la vida judía estadounidense. Los críticos aprecian la habilidad de Freedman para entrelazar relatos históricos y modernos, expresando al mismo tiempo compasión por los temas tratados.
Desventajas:Los críticos señalan que el libro puede ser superficial en ciertas áreas, carecer de profundidad en el análisis crítico de algunos temas, y podría excluir aspectos significativos de la diversidad judía, como las comunidades sefardíes. Algunos reseñadores consideran que la redacción es algo de relleno y cuestionan su carácter exhaustivo como estudio definitivo, planteando dudas sobre su formato periodístico. Algunos lectores también han expresado su preocupación por no haber recibido el libro.
(basado en 15 opiniones de lectores)
Jew vs. Jew: The Struggle for the Soul of American Jewry
En un momento en que los judíos estadounidenses deberían sentirse más seguros y cohesionados que nunca, una guerra civil está desgarrando su comunidad. Congregaciones, barrios e incluso familias están tomando partido en batallas sobre la identidad y la autenticidad judías. El conflicto enfrenta a fundamentalistas contra secularistas, a confesiones contra confesiones, e incluso a liberales contra conservadores dentro de cada rama del judaísmo.
Judío contra judío cuenta la historia de cómo el judaísmo estadounidense se ha ido separando cada vez más -y quizá de forma terminal- en los últimos cuarenta años.
Judío contra judío se extiende en el tiempo desde 1960 hasta 2000. Recorre el país de Florida a Nueva Inglaterra, de Los Ángeles a los Catskills en Nueva York, de Cleveland a Denver, y también cruza el océano hasta Israel para mostrar cómo las tensiones dentro del Estado judío inflaman las que existen entre los judíos estadounidenses. Los flashes van desde las normas de conversión al papel de la mujer, desde el proceso de paz en Israel al clima sexual en un campus de la Ivy League. Pero detrás de todos ellos, como escribe Samuel Freedman, subyacen causas comunes. En primer lugar, lejos de unificar a los judíos estadounidenses, Israel los divide ahora por motivos políticos y religiosos. En segundo lugar, ni Estados Unidos ni el resto del mundo presentan a los judíos un único enemigo contra el que unirse. En tercer lugar, y lo que es más importante, nada en la historia judía de persecución, opresión y exilio preparó al Pueblo Elegido para el reto que plantea Estados Unidos, el reto de ser absorbido por una nación tolerante y diversa, de ser aceptado tan plenamente que la tasa de matrimonios mixtos supera el 50%.
Judío contra judío presenta a los lectores lugares y personajes memorables. Freedman describe uno de los últimos veranos en un campamento sionista laborista en Catskills, cuya marca de judaísmo secular se está quedando obsoleta porque el sionismo logró crear Israel. Cuenta la historia de judíos ortodoxos y reformistas de un suburbio de Cleveland que se pelean por la construcción de varias sinagogas y, a un nivel más profundo, sobre si el objetivo de la vida judía debe ser la unidad o el pluralismo. Retrata a un judío de Florida tan violentamente opuesto a los acuerdos de paz de Oslo que puso una bomba en una sinagoga en la que hablaba Shimon Peres. Nos habla de una congregación de Los Ángeles que pasó tres años debatiendo si honrar o no a las matriarcas bíblicas en su liturgia. Llegamos a conocer a los vecinos de Long Island que no pueden tolerar compartir ni siquiera un límite de propiedad porque sus versiones de la identidad judía son tan irreconciliablemente diferentes.
Judío contra judío es una obra de reportaje vigoroso, escritura lúcida y curiosidad intelectual. Y a pesar de ser la crónica de una comunidad amargada y polarizada, se niega a tomar partido o a emitir juicios. En cambio, con compasión y agudeza, Judío contra judío da testimonio.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)