Juanita: La Nia Que Contaba Las Estrellas

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Título original:

Juanita: The Girl Who Counted the Stars

Contenido del libro:

Una historia mágica de una niña guatemalteca llamada Juanita, a la que le encantaba cocinar crujientes tortillas de maíz y contar estrellas todas las noches.

Desde hace mucho tiempo, Guatemala ocupa un lugar importante en mi corazón. Mi hijo ha formado allí una hermosa familia, y creo que cuando amas los lugares que visitas, la tierra te devuelve ese amor en forma de experiencias inolvidables.

Templos mayas, majestuosos volcanes, la mayoría de ellos activos, con el calor palpitando en su interior, contrastan con el verde exuberante de los bosques tropicales. Ríos y lagos serpentean por las montañas, desembocando en impresionantes cascadas, que sustentan de forma natural los extensos cultivos de café y maíz.

El maíz es el pan de cada día en Guatemala y el principal alimento de toda la población indígena durante todo el año. Se cultivan muchas variedades, y todas de distintos colores. Las mujeres locales preparan deliciosas tortillas de maíz blanco, amarillo, negro y rojo.

Los habitantes de este hermoso país son amables y cariñosos.

Conocí a Juanita una mañana soleada. Ese día, el lago Atitl n se despertó lentamente, y navegamos en silencio, visitando los pequeños pueblos que rodean el lago. Cuando llegamos a Santa Catarina Palop, una bonita niña de siete años con el pelo negro azabache y una sonrisa gomosa -le faltaban dos dientes de leche- estaba sentada en el muelle, con un precioso huipil bordado en tonos azules. Parecía una princesita maya sentada en un trono de madera.

El huipil es una pieza cuadrada de tela con un agujero en el centro. Las mujeres y niñas guatemaltecas lo usan como blusa, y en cada región los tejen de distintos colores.

Juanita vendía pulseras de algodón tejido. Lo hacía para ayudar a su madre, que se sentaba en el suelo a tejer a pocos metros de ella, mientras mecía para dormir a un bebé diminuto que llevaba a la espalda.

De vuelta a España, con la cabeza llena de recuerdos, las palabras fueron tomando forma sobre el papel, hasta que Juanita llegó a formar parte de este pequeño cuento.

--Lola Walder.