Josh y el Cargan

Título original:

Josh and the Cargan

Contenido del libro:

Josh y el Cargan es la historia de la lucha de un joven con la vida mientras ayuda a desbaratar un siniestro complot interplanetario.

JOSH SMITH tiene las hormonas revolucionadas y está impaciente por intimar con una chica. También quiere ser una estrella de rock famosa y tiene su propia banda de aficionados. Una noche, vuelve a casa después de ensayar con la banda y se entera de que su rico y excéntrico bisabuelo, CHARLES EVANS BASTIN, ha muerto.

Cuando se lee el testamento, Josh hereda una de las feas esculturas de Charley, mientras que su padre hereda el resto. De vuelta a casa, Josh descubre accidentalmente que su escultura es un CARGAN, un dispositivo utilizado para viajes interplanetarios como una presencia fantasmal llamada ENTIDAD. Viaja al planeta destino de su escultura y descubre que es un lugar muy exótico.

Hollinger es muy conocido por sus thrillers de ciencia ficción y los libros de su antología Cross Time Science Fiction Anthology han ganado numerosos premios:

Lifeboat 2200 - Mención Honorífica 2005.

The Blushing Bride - Cuarto puesto 2006.

A Woman's World - Cuarto puesto 2008.

Millie's Ghost - Segundo puesto 2009.

The Boys - Primer puesto 2010.

La ficción de la autora ha recibido un amplio reconocimiento, incluyendo los siguientes:

Hamilton Writer's Guild Competition; A Space Scam, mención honorífica, 2011.

Martian Wave Ezine; Tour of Duty, publicado en 2008.

Seti Universe Ezine; It's Your Turn, publicado en 2008.

Concurso de relatos cortos Writer's Digest, 2011: La princesa dragón, puesto 52 entre más de 1500 participantes.

Josh y el cargan, de M. L. Hollinger, ganador del gran premio 2013 del concurso "Libros sin editoriales".

Josh y el Cargan es mi favorito entre los libros que he escrito. Todos los hombres experimentan el problema de Josh con las chicas durante los incómodos días de la pubertad. Para algunos de nosotros, el problema continuó en el instituto.

Cuando por fin superé mi timidez y aprendí a hablar coherentemente con el sexo opuesto, me desconcertó su actitud hacia las relaciones sexuales. Me parecía que daban todos los indicios de desearlo, pero retrocedían ante la perspectiva de consumar realmente el acto. Teniendo en cuenta las hormonas que se agitaban en mi cuerpo, me preguntaba por qué las mujeres no experimentaban el mismo impulso.

Un factor clave de mi perplejidad fue el hecho de que crecí en los años cincuenta. La moral era mucho más estricta entonces, y cualquier chica que se supiera que había tenido relaciones sexuales antes del matrimonio era tachada de "floja" o algo peor. Las chicas sabían que los chicos no podían guardar un secreto cuando se trataba de sexo, así que se negaban a creer mis sinceras proclamas de confidencialidad.

A menudo pensaba que sería bueno que existiera otro planeta donde el sexo fuera seguro, confidencial y, en definitiva, placentero. En un planeta así, las chicas no sentirían escrúpulos a la hora de practicar sexo. Sería un Nirvana. No sabía que la Tierra se convertiría en un planeta así en el siglo XXI.