Joseph Beuys--Manresa: Una geografía espiritual

Título original:

Joseph Beuys--Manresa: A Spiritual Geography

Contenido del libro:

Las primeras performances de Joseph Beuys supusieron un giro radical para el arte del siglo XX. Beuys veía el arte como una acción transformadora que es a la vez personal y comunitaria, y su práctica artística ampliada implicaba espiritualidad, mitología personal, estructuras políticas y materiales simbólicos.

Para Manresa, una de sus legendarias performances, que tuvo lugar el 15 de diciembre de 1966 en D sseldorf, colaboró con los artistas daneses Henning Christiansen y Bj rn N rgaard. En 1994, estos dos artistas interpretaron una nueva versión de la pieza con el nombre de Manresa Hauptbahnhof. La representación se llevó a cabo en Manresa, la ciudad que dio nombre a la acción original y donde San Ignacio de Loyola tuvo las revelaciones que le llevaron a escribir sus Ejercicios Espirituales, que Beuys consideraba lectura esencial.

Este libro, que marca el centenario del nacimiento del artista, presenta materiales nunca vistos de las dos representaciones, incluidos textos, imágenes, guiones y dibujos preparatorios, y las contribuciones de académicos y críticos ofrecen una visión más profunda. Friedhelm Mennekes, crítico de arte y sacerdote jesuita, analiza la impronta ignaciana en la obra de Beuys al tiempo que explica su complejidad espiritual, yendo más allá de la visión popular del artista como chamán.

Pilar Parcerisas examina la geografía espiritual de Beuys, explicando la importancia de la ciudad de Manresa dentro de la misma, al tiempo que establece las coordenadas físicas y místicas de Eurasia, un lugar que siempre estuvo presente en la obra de Beuys. Al repasar las características de Manresa, Klaus-D. Pohl aborda también la paradójica unión entre el misticismo de Beuys y los neodadaístas de Fluxus.

Bj rn N rgaard, colaborador de Beuys, recuerda su época de trabajo con el artista alemán y reflexiona sobre los caminos que abrió. Por último, el historiador del arte Harald Szeemann considera la posibilidad de liberar la política a través de la espiritualidad.