Jesús contra el cristianismo

Título original:

Jesus Versus Christianity

Contenido del libro:

Las referencias preferidas de Jesús son el amor, la paz, la paciencia, el perdón, el hacer a los demás, poner la otra mejilla y, sobre todo, la unidad y la sumisión. Pero eso es sólo una parte de todo el Jesús que se revela en los evangelios.

Sufrió mucha gente pero nunca se sometió a nadie. A cada hipócrita y a cada Herodes le llenó la boca de castigos y condenas. Era incorregiblemente correcto y exigente.

Si modificas las palabras de Jesús, defraudas a Jesús.

Si alguien piensa que Jesús vino a someter a votación sus ofertas de vida eterna, ha ignorado las órdenes ejecutivas que trajo de su Padre. Había una autocracia implacable en cada palabra.

Jesús persiguió activamente a los malhechores y definió su malevolencia a cara descubierta. No llevaba las letras «PC» en su túnica. Era un predicador «unidireccional»: o con él o contra él.

La única unidad que respaldaba era para sí mismo y para su Padre, para nadie más. «Que todos sean Uno» no se traducía en convivencia. Sus palabras acusadoras de «Ay de vosotros, serpientes y víboras» no suenan fructíferamente unificadoras.

Pero el mito dice que Jesús es el Niño de Navidad y el Resucitado de Pascua que garantiza la inmortalidad con pocos requisitos. Hoy no es Jesús quien impulsa el cristianismo, sino la cultura y su vandalismo de la moralidad quienes impulsan el cristianismo.

Se utiliza a Jesús para cubrirse y tener buenos sentimientos para que todos podamos decir que somos «gente de fe», mientras diariamente los No Nacidos en el Vientre Materno siguen desapareciendo y las calumnias y mentiras de los Gigantes de los Medios deciden la verdad.