Jeremiah, Zedekiah, and the Fall of Jerusalem: A Study of Prophetic Narrative
*Utiliza tanto un método narratológico como histórico-crítico para leer estos pasajes específicos de Jeremías.
*Demuestra que la historia de Jeremías y Sedequías no es la típica historia de dios profeta/rey malo que se encuentra en gran parte de la literatura profética y en la Historia Deuteronómica.
*Ofrece una lectura intertextual de los pasajes que conecta a Jeremías con otras figuras del Antiguo Testamento.
El libro ofrece una lectura narratológica e intertextual de Jeremías 37:1-40:6, un texto que presenta la interacción dinámica entre el profeta Jeremías y el rey Sedequías en el contexto de los acontecimientos que rodearon la caída de Jerusalén. Aunque se han realizado muchos estudios literarios de textos bíblicos, apenas se han realizado trabajos de este tipo sobre las narraciones del libro de Jeremías. Este hecho es sorprendente, ya que los relatos jeremíacos están narrados de forma viva y sofisticada y contienen personajes complejos y diálogos y acción vívidos, que recuerdan a los textos de la Historia Primaria, que han recibido mucha más atención literaria. El libro de Roncace comienza a desvelar la riqueza de las narraciones proféticas en Jeremías. El estudio se centra en cuestiones de caracterización y punto de vista, así como en las conexiones del texto con otros pasajes del libro de Jeremías y con otros posteriores, en particular la Historia Deuteronomista.
Roncace sostiene que el texto desarrolla imágenes complejas tanto de Sedequías como de Jeremías. No es una historia del profeta bueno y el rey malo; tiempos tan caóticos y confusos como los últimos días de Jerusalén no exigen una historia en blanco y negro. Más bien, el texto invita tanto a la simpatía como a la crítica hacia Jeremías y Sedequías. Jeremías es el aguerrido profeta de Dios; sin embargo, a veces parece engañoso y manipulador, más preocupado por su propio bienestar que por el del pueblo, y su mensaje puede ser ambiguo y al final no es del todo correcto. Sedequías, por su parte, parece receptivo a la palabra de Jeremías y protege al profeta de otros que quisieran hacerle daño; sin embargo, se muestra demasiado irresoluto como para emprender acción alguna para salvar la ciudad. La ambigüedad en las representaciones de ambas figuras se desarrolla aún más por las conexiones intertextuales. Jeremías puede compararse con Moisés, el Rabsaces, Daniel, José, Samuel, Natán y Micaías, mientras que Sedequías puede compararse con los monarcas que corresponden a estas figuras (Faraón, Ezequías, Saúl, David y Ajab).
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)