Jean Paul Marat: Tribuno de la Revolución Francesa

Opiniones de los lectores

El libro «Jean Paul Marat» de Clifford D. Conner ofrece una visión controvertida pero profunda de la vida de Marat, figura clave de la Revolución Francesa. Mientras que algunos lectores aprecian el retrato equilibrado y conciso de las contribuciones políticas de Marat, otros lo critican por ser insuficientemente detallado y por intentar rehabilitar la violenta reputación de Marat.

El libro es elogiado por su exploración profunda y bien articulada de la vida de Marat, que ofrece un relato equilibrado de sus esfuerzos políticos. También se considera un libro fácil de leer, que disipa con éxito los mitos sobre el carácter de Marat y hace hincapié en su defensa de la justicia social y económica.

Los críticos argumentan que el libro carece de profundidad, ya que sólo tiene 150 páginas y no cubre adecuadamente las motivaciones de Marat o el contexto histórico más amplio de la Revolución Francesa. A algunos críticos les preocupa que intente justificar las acciones de Marat, etiquetándolo con términos como «escoria» y calificándolo de «monstruo» responsable de incitar a la violencia.

(basado en 9 opiniones de lectores)

Título original:

Jean Paul Marat: Tribune of the French Revolution

Contenido del libro:

El papel de Jean-Paul Marat en la Revolución Francesa ha sido durante mucho tiempo objeto de controversia entre los historiadores. A menudo se le presenta como un demagogo violento y sociópata.

Esta biografía cuestiona esa interpretación y sostiene que sin la contribución de Marat como agitador, táctico y estratega, no se habría producido la transformación social fundamental que logró la revolución. Clifford D.

Conner argumenta que lo que hacía único a Marat -lo que le diferenciaba de todas las demás figuras importantes de la revolución, incluidos Danton y Robespierre- era su total identificación con la lucha de las clases sin propiedades por la igualdad social. Se exploran las nuevas ideas en torno a la masacre de los Campos de Marte, su asesinato, el culto a Marat y la L gende Noire.