Los padres de Elena y Miguel ya no viven en la misma casa. Ahora los niños viven en dos, en la de Mami durante la semana y en la de Papi los fines de semana.
«Al principio», dice Elena, »sentía que dejaba atrás la mitad de mí cada vez que cambiaba de casa. Y ya no me sentía como en familia». «Elena se pregunta si el gato Rico echa de menos a Papi; seguro que él también nota el cambio.
En el cine, sólo tres comparten la gran tarrina de palomitas.
Los niños ayudan a su madre a recoger las naranjas del árbol, algo que solía hacer su padre. Los fines de semana, Papi les hace tortitas, pero no son como las que hace su madre.
Ya no me siento como en familia». «Poco a poco, los hermanos empiezan a adaptarse a sus nuevas vidas. En las fiestas de cumpleaños, están rodeados de parientes y «en el círculo de primos, volvía a sentirse como en familia».
«Y cuando los cuatro abuelos y los dos padres animan a Elena en su partido de fútbol, el orgullo que sienten por ella es aún mayor que los puntos que marca. Me siento como en familia». «Este álbum ilustrado bilingüe para jóvenes lectores explora un tema difícil para muchos niños: el divorcio y los cambios que conlleva en sus vidas, al tiempo que destaca la importancia de las relaciones con los miembros de la familia ampliada.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)