Iran - U.S. Concerns & Policy Responses
La Administración Bush ha seguido varias vías para intentar contener o poner fin a la amenaza potencial que supone Irán, en ocasiones buscando un compromiso limitado, y en otras inclinándose por proseguir los esfuerzos para cambiar el régimen iraní. Algunos expertos creen que se avecina una posible crisis en torno al programa nuclear iraní porque la Administración Bush se muestra escéptica ante el éxito de los esfuerzos de varios aliados europeos para evitar una ruptura nuclear por parte de Irán, aunque la Administración anunció en marzo de 2005 medidas para apoyar esas conversaciones.
Las preocupaciones de Estados Unidos se han acentuado con la victoria de Mahmud Ahmadineyad, de línea dura reconocida, en las elecciones presidenciales iraníes del 24 de junio de 2005. Algunos abogan por una acción militar contra la infraestructura nuclear iraní, pero otros creen que una combinación de recompensas y castigos diplomáticos y económicos son las únicas opciones viables en la cuestión nuclear. Las sanciones estadounidenses actualmente en vigor prohíben o limitan estrictamente el comercio, la ayuda y la inversión de Estados Unidos en Irán y penalizan a las empresas extranjeras que invierten en el sector energético iraní, pero las sanciones unilaterales de Estados Unidos no parecen haber frenado materialmente los programas de armas de destrucción masiva de Irán hasta la fecha.
Otra de las principales preocupaciones de Estados Unidos es la política iraní en Oriente Próximo, en particular su apoyo material a los grupos que utilizan la violencia contra el proceso de paz en Oriente Próximo liderado por Estados Unidos, como Hezbolá en Líbano y los grupos palestinos Hamás y la Yihad Islámica Palestina.
Algunos activistas de alto rango de Al Qaeda se encuentran también en Irán, aunque Irán afirma que están «bajo custodia» y que serán juzgados. Irán no obstruyó los esfuerzos de Estados Unidos por derrocar a Sadam Husein, un antiguo adversario de Teherán, al menos en parte con la esperanza de que facciones islámicas chiíes proiraníes llegaran al poder en Irak.
Ese resultado se produjo como consecuencia de las elecciones celebradas allí el 30 de enero de 2005. Irán también está ayudando a líderes locales proiraníes en Afganistán, aunque ese apoyo no parece estar obstaculizando materialmente la estabilización y el desarrollo de Afganistán. Las prácticas de Irán en materia de derechos humanos y sus estrictos límites a la democracia han sido objeto de críticas constantes en los informes oficiales de Estados Unidos y la ONU, en particular por la represión de los disidentes políticos y las minorías religiosas y étnicas.
Ahmadineyad podría imponer nuevos límites a las libertades personales, ya que siempre ha defendido el retorno a muchos de los principios originales de la revolución islámica establecidos por el difunto ayatolá Ruhollah Jomeini. Sin embargo, Irán celebra elecciones para algunos cargos, incluido el de presidente, lo que sugiere a algunos expertos que podría ser beneficioso comprometer a funcionarios iraníes. Según este punto de vista, nuevas sanciones o acciones militares podrían endurecer las posiciones iraníes sin aliviar necesariamente la amenaza potencial que supone Irán.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)