Inventores independientes estadounidenses en la era de la I+D empresarial

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Título original:

American Independent Inventors in an Era of Corporate R&d

Contenido del libro:

Cómo los inventores individuales de Estados Unidos persistieron junto a los laboratorios corporativos de I+D como fuente importante de invenciones.

Durante el siglo XIX, inventores individuales heroicos como Thomas Edison y Alexander Graham Bell crearon industrias completamente nuevas al tiempo que alcanzaban una fama generalizada. Sin embargo, en 1927, un editorial del New York Times sugería que los equipos de científicos corporativos de General Electric, AT&T y DuPont habían sustituido al solitario "inventor de buhardilla" como fuente de invenciones. Pero estos inventores nunca desaparecieron. En este libro, Eric Hintz sostiene que inventores menos conocidos como Chester Carlson (fotocopiadora Xerox), Samuel Ruben (pilas Duracell) y Earl Tupper (Tupperware) siguieron desarrollando importantes tecnologías a lo largo del siglo XX. Además, Hintz explica cómo los inventores independientes fueron desapareciendo de la vista del público a medida que las marcas corporativas se asociaban cada vez más con la innovación de alta tecnología.

Centrándose en los años que van de 1890 a 1950, Hintz documenta cómo los inventores independientes estadounidenses compitieron (y a veces se asociaron) con sus rivales corporativos, adoptaron diversas estrategias de comercialización flexibles, establecieron una serie de grupos profesionales de corta vida, presionaron para conseguir leyes de patentes más justas y se movilizaron para dos guerras mundiales. Después de 1950, las experiencias de los inventores independientes reflejaron en general las pautas de sus predecesores, y siguieron viéndose eclipsados durante la edad de oro de la I+D empresarial de la posguerra. Sin embargo, los inventores independientes resurgieron a principios del siglo XXI, cuando Steve Jobs, de Apple, y Lori Greiner, de Shark Tank, anunciaron una nueva generación de inventores-empresarios heroicos. Al recuperar las historias de un grupo que antes se consideraba extinguido, Hintz demuestra que los inventores independientes han sido durante mucho tiempo -y siguen siendo- una importante fuente de nuevas tecnologías.