¿Importan las instituciones? Capacidades gubernamentales en Estados Unidos y en el extranjero

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Título original:

Do Institutions Matter? Government Capabilities in the United States and Abroad

Contenido del libro:

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A medida que una impresionante marea de democratización recorre gran parte del mundo, los países deben hacer frente a problemas cada vez mayores de desarrollo económico, integración política y social y mayor demanda pública de recursos escasos. La capacidad de responder eficazmente a estos problemas depende en gran medida de las opciones institucionales de cada uno de estos países recién democratizados. Los críticos de las instituciones políticas nacionales de Estados Unidos sostienen que el sistema estadounidense de separación de poderes fomenta la ineficacia y el estancamiento político, por lo que muchos se preguntan si estos países deberían emular las instituciones estadounidenses o elegir en su lugar instituciones parlamentarias.

Los ensayos de este libro examinan a fondo si el gobierno parlamentario es superior al sistema de separación de poderes mediante una comparación directa de ambos. Al abordar áreas políticas específicas -como la innovación y aplicación de políticas energéticas tras las crisis del petróleo de 1970, la gestión de las divisiones sociales, el establecimiento de prioridades gubernamentales en la elaboración de presupuestos, la representación de intereses difusos en la política medioambiental y la gestión de las fuerzas de defensa-, los autores definen las capacidades que permiten a los gobiernos responder a los problemas políticos.

Do Institutions Matter? incluye estudios de casos que aportan pruebas importantes sobre cuándo y cómo influyen las instituciones en la eficacia del gobierno. Los autores descubren una variación generalizada entre los sistemas parlamentarios tanto en los acuerdos institucionales como en las capacidades gubernamentales, y descubren que muchos de los fallos en la actuación política atribuidos comúnmente a las instituciones políticas americanas son, de hecho, ampliamente compartidos entre los países industriales occidentales. Además, muestran cómo las instituciones políticas americanas inhiben algunas capacidades gubernamentales al tiempo que potencian otras. Cambiar las instituciones estadounidenses para mejorar algunos aspectos de la actuación gubernamental podría perjudicar otras capacidades ampliamente valoradas.

Los autores trazan importantes directrices para los reformadores institucionales, al tiempo que subrayan que las instituciones entrañan riesgos y oportunidades previsibles. Advierten que, antes de intentar cambiar las instituciones políticas, hay que alcanzar un equilibrio entre esos riesgos y oportunidades.

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