Imagen y Palabra en la Teología de Juan Calvino

Título original:

Image and Word in the Theology of John Calvin

Contenido del libro:

En su nuevo e innovador estudio sobre el reformador suizo, Randall C. Zachman revela y analiza la comprensión que Juan Calvino tenía de la imagen y la palabra tanto exhaustiva como cronológicamente, prestando atención al modo en que cada tema se desarrolla en la teología de Calvino.

La mayoría de los estudiosos afirman que Juan Calvino (1509-1564) insistió en la invisibilidad esencial de Dios para negar que Dios pudiera ser representado en ningún tipo de imagen visible. Esta afirmación constituyó uno de sus argumentos fundamentales contra la exhibición de imágenes artificiales en el culto. Dada la trascendencia de Dios, Calvino rechazó el intento humano de crear signos y símbolos de la presencia de Dios en la tierra, especialmente las estatuas, imágenes y pinturas presentes en las iglesias católicas romanas.

Zachman argumenta, por el contrario, que aunque Calvino rechaza el uso de lo que él llama "imágenes muertas" en el culto, lo hace para centrar nuestra atención en las "imágenes vivas de Dios" en las que el Dios invisible se hace algo visible. Calvino insiste en que estas imágenes no pueden contemplarse correctamente sin la Palabra de Dios que aclare su significado; sólo somos conducidos al verdadero conocimiento de Dios cuando unimos las imágenes vivas de Dios que vemos con la Palabra de Dios que escuchamos. Esta combinación de ver y oír impregna la teología de Calvino, desde su comprensión de la autorrevelación de Dios Creador hasta su desarrollo de la automanifestación de Dios Redentor en Jesucristo. Según Zachman, Calvino mantiene el mismo vínculo de ver y oír en nuestras relaciones con otros seres humanos: siempre debemos mantener unido lo que vemos en los gestos y acciones de los demás con lo que oímos en sus palabras, para que se nos manifiesten los pensamientos ocultos de sus corazones.

El matizado argumento de Zachman de que Calvino mantiene la imagen y la palabra, la manifestación y la proclamación, en una relación inseparable es relevante para todos los temas principales de la teología de Calvino. Constituye una contribución altamente significativa y sorprendente a nuestro conocimiento de la Reforma y una invitación a seguir estudiando la estética teológica.