Anatomical Imaging: Towards a New Morphology
Desde el principio, la obtención de imágenes anatómicas siguió tres caminos que se complementaban mutuamente. Una de ellas estaba formada por seres humanos interesados en la estructura orgánica de animales y humanos.
Esta vía comprende a los cazadores paleolíticos y neolíticos, a los chamanes y clarividentes de Sumeria y Babilonia, a los artistas de la disección de la Edad Media, como Leonardo da Vinci, y nos conduce a los hábiles y creativos anatomistas científicos de la época moderna. La segunda consistió en las tecnologías implicadas en el tratamiento de imágenes. Así, un breve paseo por la historia de la imagen anatómica nos llevará desde las pinturas rupestres, pasando por la información escrita únicamente, los dibujos, las pinturas, los grabados, las litografías y las estampas, hasta la fotografía en blanco y negro, la roentgenografía, la fotografía analógica en color, la fotografía digital, la impresión offset, el vídeo analógico y digital, la ecografía, la resonancia magnética, la tomografía computarizada y las reconstrucciones tridimensionales basadas en software.
El tercero consistía en los soportes disponibles o fabricados específicamente como soporte de las imágenes. Comenzó con las superficies rocosas, siguió con las tablillas de arcilla, continuó con el pergamino y el papel, los bloques de madera, las planchas de cobre, las piedras de cal y nos llevó a las pantallas fotográficas, de rayos X y de ordenador (Tab.
1). Desde sus orígenes, la presentación de los resultados tridimensionales de las disecciones anatómicas ha tenido que elegir entre la reducción a ilustraciones tridimensionales sobre una superficie o la elaboración de modelos anatómicos tridimensionales.
Durante milenios se han seguido ambas vías.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)