Ich Bin Kein Mitlaufer: Thomas Mann Und Die Sowjetunion
Como destacado inmigrante político, Thomas Mann fue observado por las autoridades de seguridad estadounidenses desde que se trasladó a Estados Unidos en 1938 hasta su muerte en 1955. Pero mucho antes de su exilio, ya había estado bajo el escrutinio de la Unión Soviética.
Los soviéticos llevaban observando sus variadas actividades desde los años veinte y mantenían un archivo personal sobre él desde 1946 a más tardar. El interés era mutuo, ya que Thomas Mann no era en absoluto indiferente a la URSS. Su relación con el Estado de Lenin y Stalin fue un proceso que pasó por varias fases: del miedo y la desconfianza al reconocimiento benevolente.
Este libro pretende llegar al fondo de esta peculiar relación. Se basa esencialmente en documentos inéditos de los archivos rusos.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)