Huevos de dragón

Título original:

Dragon Eggs

Contenido del libro:

"El nuevo poemario de Beth Gulley, Huevos de dragón, nos ofrece instantáneas de la vida de alguien que ha viajado mucho y se ha mantenido abierta a experiencias en lugares extraños como El Salvador, Nepal y Kansas. El título aparece en una frase del poema "Simplicidad", en el que los hijos de la autora recogen rocas de cuarzo en una playa y fingen que son huevos de dragón y son "taaaan felices". Quienes lean estos poemas, en su mayoría breves, accesibles, sobrios y engañosamente sencillos, se verán recompensados al encontrar muchas joyas a lo largo y ancho, y también encontrarán deleite. El abanico de experiencias presentadas es impresionante, al igual que las frescas observaciones de la escritora. En el poema final, "La nueva mitología", escribe sobre el dolor de su abuelo por la pérdida de un hijo y su felicidad por el nacimiento de ella (la autora). La primera nieta, es "la joya de la nueva mitología". A lo largo del libro se vislumbran muchas joyas en las experiencias que conforman su mitología en desarrollo".

-Patricia Lawson.

"En Huevos de dragón, Beth Gulley sigue fielmente los consejos de William Zinsser para escribir memorias: "Las memorias no son el.

Resumen de una vida; es una ventana a una vida". En esta sencilla colección, Gulley relata recuerdos de.

Su infancia en El Salvador, devastado por la guerra, las alegrías y frustraciones de la maternidad y, con mirada de reportera, el desarrollo de los acontecimientos que ha observado. A veces su voz es

A veces su voz es filosófica; a veces aboga por la justicia social; a veces su voz es deliciosamente descarada y autocrítica".

-Rikki Santer.

"Siempre he admirado a quienes saben escribir bien poemas cortos, y Beth Gulley no defrauda en su libro Dragon Eggs, Spartan Press, 2021. Los poemas de Beth ejemplifican la habilidad que se necesita para escribir un poema corto que encierre a la perfección imagen, narrativa, fluidez y perspectiva. Por ejemplo, "The Shooter" capta mucho de la infancia en su nítida descripción de la canica de un niño. Gulley intercala poemas muy diminutos, con poemas cortos y poemas en prosa en forma de cuadrados. A pesar de su pequeñez, los poemas abarcan grandes territorios, desde las atrocidades internacionales hasta el amor a la familia, la infancia y la madurez, pasando por momentos espirituales deliciosamente concretos. Sus poemas más largos al final del libro, "Soy de" y "La nueva mitología", son como una genealogía, que proporcionan al lector las raíces de la colección".

- Phyllis Becker.