Huertos místicos

Título original:

Mystic Orchards

Contenido del libro:

"Haz que los ríos fluyan / de mi boca", pide Jonathan Koven a la página en blanco, y su poesía responde con un hermoso diluvio de visiones, de sueños, de las cosas grandes y antiguas. Aquí hay poemas que siguen su propio camino. Aquí hay poemas que "cruzan las fronteras estatales para llegar a ti". Aquí, refrescantemente, hay poemas que saben ser a la vez una historia y una canción.

-Joseph Fasano, autor de Las golondrinas de Lunetto.

Mystic Orchards, de Jonathan Koven, está lleno de un lenguaje exuberante y palpable, pensado para ser leído en voz alta y saboreado. Esta colección híbrida entreteje poesía y prosa, y su forma refleja las respuestas sin ataduras a las preguntas que Koven plantea: ¿Qué ocurre al final de la luz, al final de la vida? ¿Con quién nos encontramos allí y en quién podríamos convertirnos? ¿Y es posible rebobinarlo todo para volver a un principio? A lo largo de todo el libro, Koven medita sobre el amor como algo a la vez conmemorativo y omnipresente, incluyendo tanto nuestras conexiones encarnadas como metafísicas con la amplitud de la experiencia, desde el macrocosmos de la naturaleza hasta momentos expertamente destilados en su propia ciudad natal y conmovedores recuerdos de infancia... En última instancia, Koven sugiere que las respuestas a todas nuestras preguntas residen en la escucha: al eco de uno mismo, al amor en nuestras vidas, que son ambos, a su manera, infinitos.

-Alison Lubar, autora de Los filósofos no saben nada del amor, festín queer, dulce eufemismo y Se salta una generación.

"Everywhen" es una palabra utilizada a lo largo de Mystic Orchards, de Jonathan Koven, un tema acertado ya que la memoria fluye a través de las líneas de sangre y florece junto a nítidas descripciones del mundo natural. Esta colección onírica lleva al lector de viaje a través de un catálogo de evocaciones intensas: "un mapa / en un recuerdo de enero", "un niño achaparrado escuchando a los árboles" y "el grito del tren de tu ciudad natal"... Hay un intenso poder en la delicadeza del lenguaje de Koven, que alterna poesía y prosa etérea en la frontera del sueño y la realidad, para recordarnos en última instancia que, a pesar de todo, "la vida permanece / en la imagen inmóvil".

-L. M. Camiolo, editor y fundador de Impostor: A Poetry Journal.