Homo Florens?
¿Qué significa florecer? El florecimiento humano está en el corazón de la buena nueva del Evangelio y, sin embargo, las teologías contemporáneas no conocen una única forma de hablar de lo que significa florecer.
Si incrustamos nuestras gramáticas teológicas del florecimiento en la doctrina de la salvación, como la doctrina en la que podría decirse que está arraigada la conversación teológica sobre el florecimiento y de la que pueden obtenerse ricos frutos, no hay una, sino varias formas de hablar sobre lo que significa florecer. Sin embargo, ¿qué rige nuestra forma de hablar? ¿Por qué hablamos de prosperidad como lo hacemos? Las diversas concepciones del florecimiento humano que se esbozan en este libro -piedad, alegría y consuelo; estar plenamente vivo, curación y dignidad; gracia, felicidad y bendición- representan una colección de intentos no sólo de imaginar el florecimiento humano, sino también de imaginar formas de hablar sobre el florecimiento humano.
Tal vez lo que la teología podría ofrecer a las vibrantes y enérgicas conversaciones sobre el florecimiento humano resida precisamente en el recordatorio de que debemos tener cuidado sobre cómo hablamos de lo que es verdadera y profundamente humano: nuestro anhelo de florecer.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)